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VII

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No juzguéis, para que no seáis juzgados, porque con el juicio que juzgareis seréis juzgados, y con la medida con que midiereis, seréis medidos. ¿Por qué ves la paja que hay en el ojo de tu hermano, y no consideras la viga que hay en el tuyo? O ¿cómo puedes decir a tu hermano: deja, te saco la paja de tu ojo, mientras hay una viga en el tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.

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Mi opinión:

Lo que no quieras para ti, no lo quieras para otro. O, no critiques... si eres criticable, primero enderézate tu. O, quien esté libre de pecado, tire la primera piedra… En la enseñanza de Jesús no hay contradicciones. En ella está la verdadera igualdad que el género humano debería buscar desde la infancia, desde la familia. Y si de otra forma se enseña a los pequeños, se les escandaliza, se les conturba. No se conseguirá la verdadera igualdad fraternal con revoluciones o imposiciones, sino por convicción. Huelga decir que vamos en sentido contrario. Jesús no predicó nada que no pudiera entender la inmensa mayoría. No es complicado… y en el fondo de cada uno existe la certeza de que es la verdad. Pero creo que unos por conveniencia y otros por desidia, con amagos de intentarlo; seguimos el camino aparentemente fácil e inmediato del mal. Si, del mal, porque aunque parece que no tuviera importancia a veces : “El que no está conmigo, está contra mí”.

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No deis lo santo a los perros, ni arrojéis vuestras perlas a los puercos, no sea que las pisoteen con sus pies y se vuelvan para morderos.


 
Mi opinión:

Jesús dice “no he venido a salvar a justos, sino a pecadores” (Lucas, Marcos). Y también dice “no deis lo santo a los perros, no sea que se vuelvan para morderos”. La explicación que yo le encuentro, se basa en la actitud de cada cual. Todos somos pecadores en mayor o menor medida; pero aparte de la medida, está el deseo de evitar serlo que subyace en algunos. Hay personas a las que les domina la maldad, e incluso hacen gala de ello. Una vez más el entorno actual invita al mal cada minuto… basta ver cualquier película para menores, y no digamos ya para mayores. Además, hay personas que están en el error sin saberlo (muchos por el efecto “arrastre” de las super-manejadas minorías o de la gran mayoría). Si esas personas saben lo que Jesús dice y no creen, no podrán alegar desconocimiento.
 
Está la Doctrina y está todo lo demás envuelto en pan de oro. Quien es capaz de ver (entender) con el corazón (alma), difícilmente se equivocará: “Mis ovejas oyen mi voz; yo las conozco y ellas me siguen”; “El Padre no envió el Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. Quien cree en él no se condena, pero el que no cree, ya está condenado, porque no cree en el Hijo Unigénito de Dios. Y ésta es la condenación: que la luz vino al mundo y los hombres amaron más las tinieblas”.
 
"Siento" que, “el perro” (rabioso), puede ser aquel que, ante la luz de la verdad (que en términos absolutos, no es en absoluto relativa), no reacciona con indiferencia, "dejándose llevar", como la mayoría de condenados; sino que, además, se revuelve contra ella. O sea, una vez más, creo que es el ejemplo típico de la Elite Talmúdico Usurera Anglosionista, sus masones y la mayoría de sus progres. Aquellos que se ocupan de evitar por todos los medios, que la mayoría tome el buen camino.

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Pedid y se os dará; buscad y encontraréis; llamad y se os abrirá, porque todo el que pide, recibe; y el que busca encuentra, y al que llama se le abrirá. ¿O habrá entre vosotros alguno a quien su hijo le pida pan y le dé una piedra? ¿Si pide un pez, le dé una serpiente? Si vosotros, siendo malos, sabéis dar dones buenos a vuestros hijos, ¿con cuánta más razón vuestro Padre, el de los cielos, dará cosas buenas a los que le piden? Todo lo que queráis que hagan los hombres con vosotros, hacedlo así vosotros con ellos. Porque ésta es la Ley y los Profetas.


 
Mi opinión:

Al Padre hay que pedirle, en primer lugar, creyendo absolutamente en él. Por lo que representa y por lo que de él sabemos gracias a Jesús. No se puede pedir al Padre con el alma sucia, es decir, con mala intención: es absurdo. La actitud, la voluntad que nos mueve, suma del sentimiento y de lo aprendido, ha de ser "buena" para poder pedirle; aunque después, a los dos minutos, como suele pasar, un mal pensamiento de cualquier tipo venga a ensuciar esa intención primera. Lucifer no descansa. Hay que pedirle al Padre cosas “buenas”, que cada cual sabrá; pero todos sabemos, si nos paramos a pensar en Jesús, a qué tipo de cosas buenas me refiero. Y pienso que el Padre siempre espera que le “ayudemos” a que nos ayude; o, como dice el refrán: a quien madruga Dios le ayuda.
Si tengo un defecto que me impide ser mejor, y soy consciente de ello. Pero sin embargo, me cuesta “un mundo” corregirme; pienso que sería el momento de pedirle ayuda al Padre, e insistir, e insistir… en pedirlo y en intentar superar ese problema. A veces, desde la distancia, unos dirán: lo conseguí, fue gracias a mi esfuerzo. Otros, darán gracias al Padre, porque gracias al tesón, fe, esperanza y/o conocimiento (e incluso la suerte) que nos dio, lo superamos.
 
Pero volviendo a lo de ser mejor; es vuelta a lo mismo… si se tiene claro el Evangelio, no hace falta decir que ser mejor para el Padre, no se refiere a ser más listo, guapo, rico o saludable; tiene que ver con ser más bueno con el prójimo, tanto, como con uno mismo. Hay que ser bueno con uno mismo (de ahí que pidamos por corregir nuestras malas costumbres), con los demás y hasta con nuestros enemigos (de ahí que debiéramos pedir por el bien ajeno), como dejó clarísimo Jesús. El más necesitado de atención por parte del Padre, es aquel que peor se comporta. Así, si nos portamos bien y nos dañan, no es descabellado pedirle al Padre por nuestro enemigo, pues está equivocado en lo más importante; y si realmente creemos, no hemos de pedir por su castigo eterno, sino por su salvación, que equivale a pedir por que corrija su conducta. Si realmente creemos, hemos de subordinar, en contra de lo que dicta nuestra razón y nuestro instinto de supervivencia, esta vida a la otra. Y ahí es donde la inmensa mayoría fallaremos, y fallamos.
 
El famoso “lo que no quieras para ti, no lo quieras para otro” del refrán, ya sabemos de dónde viene tras leer a San Mateo: nada menos que del Padre en boca de Jesús. Y es nada menos que el resumen de la Ley (los mandamientos de Moisés) y los Profetas (la parte no adulterada del odre viejo). Ratificada una y otra vez por el Hijo del hombre en el Odre Nuevo. En ello erró Caín, y es donde yerran todas las filosofías agnósticas que han dominado y dominan este mundo; y cuyo origen más profundo, atiende a la irracional ley natural del más fuerte. Esa que predicaron masones como Malthus, Darwin o Hitler entre tantos otros; y pusieron en práctica otros muchos como Stalin o Mao, por poner los más conocidos (marionetas de otros mucho más peligrosos y malvados, si cabe).
 
Dios mostró al género humano "la Ley" cuando este superó el umbral que le ataba a esa ley de las bestias que rige en este mundo/vida. Los masones (ateos) y sus amos, se ciñen sin embargo a la ley del más fuerte, y la defienden como racional y única. Los amos, la Elite Talmúdica "de turno", sembradora de gnósticos de todo pelaje, se tienen por creyentes exclusivos; haciéndose mil cábalas a través de los siglos para poder justificar su avaricia y sed de poder (y no ya solo en este mundo, pues creen que les toco una especie de lotería celestial); justificando esa misma ley natural terrenal de la fuerza, como principio básico de su racismo visceral enloquecido.
 
Hay que dejar muy claro que, para un verdadero cristiano, la ley de selección natural está subordinada a ese bonito refrán que mencioné. Como el instinto debe estar subordinado a la Razón. Es más, esa ley animal maltusiano-darwinista, es básica y radicalmente anticristiana. Sin embargo, en este mundo "color rosa", esa ley animal promovida por los lacayos (lo sepan o no) de las masonerías y protestantismos y financiada  por la élite, es aquella que nos rige cada día más, alejándonos del verdadero cristianismo (suplantado desde hace mucho tiempo por otro falso, pero en progresión geométrica). ¿Es la ciencia y la técnica (de la que el humanismo egocéntrico se apropió) la que nos separa de los primitivos homínidos? ¿o es humanidad conquistada, hambrienta de cristianismo?. O de otra forma, ¿Es muy distinto el colmillo del homínido, de la garrota del neandertal, o de lanza del homo sapiens, o de la pistola, o de la bomba atómica, o de la guerra genética? ¿Eso fue lo que finalmente conquistamos? No... se alcanzó algo infinitamente más valioso.

 

El verdadero salto abismal evolutivo, lo que distingue fundamentalmente al humano del homínido; no son las ciencias ni los avances tecnológicos, ni el nivel o calidad de vida (con ser estas diferencias muy importantes, el árbol evolutivo de las especies ya conoció pasos tan importantes o mayores). El auténtico cambio radical, el que distingue a nuestra especie de las otras, hasta el punto de hacerla incomparable (no ya en nuestro tiempo, sino en toda la cadena del desarrollo de la vida); no se basa en el concepto humanista sionista/ilustrado/masón/progresista de la supremacía intelectual debida a un cerebro más desarrollado; se debe a la humanidad cristiana verdadera; la misericordia capaz de vencer los instintos primarios consciente y racionalmente. Por el contrario, es la ciencia y la técnica, puestas al servicio de la supremacía, las que nos ligan, nos unen y relacionan con el homínido. Tenga esta supremacía, este cesar, la careta que tenga. Las que nos ligan a la egoísta selección natural (de esta vida).

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Entrad por la puerta estrecha, porque la puerta que conduce a la perdición es ancha, y el camino espacioso, y son muchos los que entran por ella. ¡Qué estrecha la puerta y angosto el camino que conduce a la vida y qué pocos son los que la encuentran!


 
Mi opinión:

Es que más claro no lo pudo decir… y no hay remedio, porque no hablaba de algo que se pueda cambiar, por mucho que se esfuerce la Iglesia ni nadie: hablaba del futuro. La iglesia cristiana menos contaminada por el agnosticismo, desde siempre ha sido la católica; la más reacia a comulgar con el agnóstico poder. Y aunque hoy ha sido infiltrada en las más altas esferas, sigue contando entre sus filas con los mejores, con los elegidos… y estos, si son la verdadera Iglesia de Pedro.
 
Justamente ayer estuve leyendo a Menéndez Pelayo en su “Historia de los heterodoxos españoles”; en ella, el sabio explica como de la sola Palabra, surgió una fe que, a costa de multiplicar mártires en suplicios dantescos; se impuso sobre el poder y su política (sobre sus ideas y filosofía, más que sobre sus caricaturescos y cambiantes dioses). Ofrecía en ese mundo cruel hasta la saciedad (al que quiere devolvernos el Nuevo Orden pagano disfrazado de progreso), no ya una religión, ni aún una forma más humana de entender la vida; sino la auténtica llave del bien y la verdad absolutas.
En esos siglos no existía el Vaticano, ni templos, ni curas, ni obispos, cardenales o papas… existían verdaderos cristianos que daban esta vida por la otra: por la verdad, por el Bien. Y esa era la Iglesia de Pedro; sin muros, ni fronteras ni límites... Iglesia de apóstoles sobre sandalias polvorientas, llevando las palabras de Jesús a todos los rincones, allí donde deseaban ser oídas .
 
Pero fue justamente cuando el poder terrenal se doblegó ante la creciente masa de cristianos, cuando la Iglesia encontró sus límites, sus muros: el punto de inflexión en la fe, que no en la expansión.
El poder terrenal de turno (Roma), fracasó cuando quiso ahogar en sangre la idea, la Palabra, la Verdad; consiguiendo exactamente lo contrario. El poder de turno necesitaba (y necesita) “materia” (carne) que controlar, para poder controlar en su beneficio la idea, desvirtuándola (adulterándola como ya se hizo con el odre viejo).
El “amorfo poder de turno”, dejó existir los limites materiales de esa fuerza, y se ganó a la masa apegándose a esos límites. Ya podía manipular: Comenzaron las herejías agnósticas, las interpretaciones interesadas… el divide y vencerás, y en fin, toda la parafernalia agnóstica post-cristiana. Tira y afloja que pasó primero entre los reyes (con sus papas) y los fieles; y que pasa hoy entre el poder financiero (Elite Talmúdico Usurera Anglosionista con sus masonerías, sectas protestantes y clero masón) y los fieles.
 
La verdadera Iglesia de Jesús, del Padre; no es esa iglesia oficial, aunque en la misma, en ese contenedor; viva la Iglesia auténtica, que no forman muros, ni límites, ni incluso personas materiales… sino más bien voluntades, almas. La iglesia oficial la forman millones de personas que nos decimos cristianos, pero, “algo” debe fallar porque: “¡Qué estrecha la puerta y angosto el camino que conduce a la vida y qué pocos son los que la encuentran!..", "La mies es mucha y los ( verdaderos ) obreros, pocos."

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Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, y dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Por ventura se cogen uvas de los espinos o higos de los zarzales? Así todo árbol bueno produce frutos buenos, y el árbol malo produce frutos malos. Un árbol bueno no puede llevar frutos malos, ni un árbol malo llevar frutos buenos. Todo árbol que no produce fruto bueno se corta y echa al fuego. Por sus frutos, pues, los conoceréis. No todo el que dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre el de los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre arrojamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces yo les responderé: Jamás os he conocido; alejaos de mi los que hicisteis el mal.


 
Mi opinión:

El Bien está recogido en el Evangelio, y este, evidentemente, no es relativo. El Padre no es relativo; es, en el más absoluto sentido de la palabra: absoluto. Si es relativa, la Iglesia que se dice cristiana católica, y que aceptó el adulterio,  el divorcio o la separación. Si es relativa la iglesia del masón Bergoglio y su forma laica de entender el cristianismo: es un lobo disfrazado de oveja. Es un infiltrado exprofeso al efecto (la más “constante” constante de las masonerías). Si unificas cultos, Bergoglio; so pretexto de confraternizar, relativizas… adulteras. Haces “malabares” con ritos, corriendo un estúpido velo sobre la raíz o razón en donde descansa la fe; creando así una “fe” ajena a todas, donde el “showman” ofrece una burla carnavalesca que contenta a todos. Nadie, en el Nuevo Orden masón (porque nadie osará hacer referencia a aquello que se pretende dejar en el olvido, borrándolo del mapa) se preguntará como es que se reza a un Dios que pide amor fraternal de clase, de género o incluso al infiel; y que al mismo tiempo pide la Guerra Santa al infiel o la sumisión de la mujer, por hablar de extremos, que “cantan” más. Sin duda el masón Bergoglio, como todos los masones, cree en sus ideas (de otra forma no se tiene futuro en las sectas). Y, sin duda, ante el Padre (cuando sorprendido, no le quede otra, que admitir que existe), mantendrá haber hecho el bien. La respuesta a Bergoglio y los suyos, como se puede apreciar en las palabras de Jesús, también está en el Evangelio. No hace falta esperar hasta día del juicio para enterarse. La Iglesia no debería ceder a las modas impuestas, que se manejan desde la ingeniería social, a costa de ingentes riquezas, sustraídas al pueblo por la Elite, los "amos" anglosionistas; que crean/manejan/financian masonerías, protestantismos conspiradores y todo tipo de gnosticismos varios, tipo Bergoglio. Engañadores engañados, ciegos que guían a otros ciegos y arrastran con ellos a las turbas convirtiéndolas en escoria Disraeli Rothschild.
 
Los obreros para la mies son muchos… pero los auténticos son muy pocos (y mas hoy en día). Si Jesús dijo, tajante: lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre; y los que se dicen curas, lo niegan (sea por la razón que sea); creo que les es aplicable: “jamás os he conocido”. Cuando Jesús dijo a Pedro: “lo que ates o desates aquí quedará atado o desatado allá”; creo que se refiere al buen pastor, cuando lo hay. Como entre los Apóstoles, siempre habrá algún Pedro por ahí perdido; al que quizás la iglesia políticamente oficial, excomulgue (como a Lefebvre) por no someterse a la masonería y sus “masonadas”: Por sus obras les conoceréis.
Judas, fue apóstol, pero no ató nada aquí ni allá, salvo su soga. La piedra sobre la que descansa la Iglesia, su cimiento… no es físico (y gracias); lo físico, lo material; es la cáscara, la débil carne. Quien manda en la cáscara puede o no ser el Pedro de turno en algún momento, pero me atrevería a afirmar que, el verdadero Pedro de turno, no suele estar allí donde el poder corrompe. Y sin embargo es necesario que allí esté "alguien" vestido de blanco, como era necesario Judas y la pasión, para que “todo se cumpliera”. Así, los masones, seguramente son un mal necesario (casi seguro pensamiento de élite según los Protocolos).
 
El divorcio en su momento, atravesó los estadios que ahora toca a la abominación del aborto… y después será cualquier burrada. Ya asoma el hocico la pederastia "sádica" (del masón Sade) libre de manos de la adopción homo de los ultra financiados lobbies gais (los de la rueda de molino atada al cuello del Evangelio). La iglesia oficial ha ido cediendo a la carne (al materialismo financista), y ya ni se reconoce a sí misma, salvo en algunos de sus fieles con ideas muy claras, o gente sencilla que sigue a su buen corazón.
La destrucción de la familia va en contra de la Ley de Dios ancestral: “creced y multiplicaos”. Las palabras de Jesús "lo que Dios ha  unido..." afirmando la fidelidad de pareja hombre y mujer, abundan en lo mismo. El fruto de la unión cristiana, es lo que más valora Jesús (el Padre) en este mundo: los pequeños. Más puros y limpios cuanto más cerca del Padre, justo donde se les asesina: por sus obras les conoceréis. ¿El mal es relativo? ¿abortar una vida es relativo? ¿destruir la familia natural es relativo? Según el Padre, no.
 
Antes de la reciente avalancha agnóstica post franquista, la inmensa mayoría de los conyugues cristianos aguantaban carros y carretas por salvar la convivencia (en el mejor de los casos, cediendo en igualdad por las partes, tal como requiere Jesús); y así enseñaban a sus hijos. Hoy se ha acostumbrado a la sociedad al ultra egoísta personal exacerbado: “porque tú lo vales” aplicable al padre, a la madre o a cada hijo. Se vive para uno mismo antes que, no ya para el prójimo en general, sino para los más íntimos. Nadie aguanta "un pelo" y todos van a lo suyo. Es tan evidente… tan históricamente reciente y tan rotundamente nefasta la ultra financiada dirección…equivocada. Día y noche deberían clamar los medios de comunicación que se dicen cristianos: 13 televisión o la cope contra los lobbies “marioneta”… gais, ecologistas, y demás. Contra la pederastia, el adulterio, la fornicación viciosa y los vicios en general (empezando por el consumismo compulsivo), el aborto, el divorcio, el escándalo a los pequeños desde los pupitres, por doquier; el abandono a los mayores, su eliminación, etc. Pero estos medios "cristianos",  tan solo se contentan con ser "lo menos malo"; es decir, ser los peores, pues a ellos recurren los incautos que, huyendo del lobo, van a dar con los lobos vestidos de oveja.
“Guardaos de los falsos profetas que vienen a vosotros vestidos de” palabras (cada cual, las que quiere oír)….  Dijo el masón arrepentido (gran merito reconocerlo, pues son fanáticos con anteojeras... buena se la tuvieron que hacer): "Una secta feroz y tenebrosa pretende restituir los hombres a su barbarie primitiva (premosáica, precristiana), disolver los vínculos de toda sociedad y envolver en caos absurdo y blasfemias todos los principios. Semejante sistema es aborto de la soberbia de unos impíos, que, aborreciendo toda sujeción y con MASCARA DE HUMANIDAD (siempre el antifaz filantrópico de los masones), y conspirando (siempre conspirando maldades) a envolver en la ruina todas las instituciones, todas las virtudes sociales; han declarado la guerra a toda idea liberal (pero siempre van con su careta liberal) y benéfica (siempre el mal para conseguir "su bien"), a todo sentimiento honesto y puro. LA PALABRA HUMANIDAD SUENA CONTINUAMENTE EN SUS LABIOS (como la grandilocuente palabrería de Bergoglio, el del rito cristiano masón), pero es el odio y la desolación del género humano la que aúlla secretamente en sus corazones (generalmente en la antítesis de sus sangrientas revoluciones bolcheviques)". Esto lo escribió el famosísimo masón arrepentido Gaspar Melchor de Jovellanos
 
"Alejaos de mi los que hicisteis el mal." Punto final: Jesús (el Padre) no añadió nada a... “el mal. Si el mal (y por tanto el bien) fueran relativos, Jesús lo habría dado a entender al menos. Pero habla del mal sin matices, como algo absoluto separado por una (a veces fina raya) del bien: “quien no está conmigo, está contra mí.” No se le puede dar la vuelta a las cosas como pretende el Nuevo Orden Masón y sus Protocolos. Hay que pedir al Padre que nos ayude a discernir la tentación (el mal del bien reflejados en el Evangelio), ayuda para superarla o prevenirla. Y aunque no viene al caso, pedirle que no soio perdone nuestras deudas, sino que nos ayude a ser conscientes de ellas, ya que cuando el sentido común ha sido tan confundido, a veces no hay referencias fuera de uno mismo.
 
“Guardaos de los falsos profetas que vienen a vosotros vestidos de...” palabras (empezando por mi opinión, si se quiere: no soy nadie). Solo hay un Mesías, solo hay un camino: sus palabras, el Evangelio.

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Quien escucha estas palabras mías y las cumple, podrá compararse a un hombre sensato que edificó su casa sobre la roca: cayó la lluvia, vinieron las riadas, soplaron los vientos, azotaron la casa, y no cayó, porque estaba cimentada sobre la roca. Y quien escucha estas palabras mías y no las cumple, podrá compararse a un hombre necio, que edificó su casa sobre la arena: cayó la lluvia, vinieron las riadas, soplaron los vientos, dieron contra la casa, cayó, y su ruina fue grande.


 

 

Y terminó de instruir a los discípulos y a aquellos que alcanzaron a escucharle, para que predicasen a las turbas que se extendían al pie de la montaña. 
Mi opinión:

La roca es algo firme, apenas sujeto a movimientos; mientras que la arena, en general es mucho más inestable como base de apoyo para la cimentación. No necesita mucha explicación: quiere decir que el bien y el mal no cambian según el pensamiento con el que el cesar de turno seduce a las masas; el bien no es relativo. Cuando el espíritu santo del Padre dice a través del Maestro: “lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre”, o cuando le dijo a la adultera “ve y no peques más”; lo dice para todos los llamados, aunque les venga mal a quienes se dicen cristianos o choque con las costumbres de turno (algo habrán hecho mal para que les venga mal). Lo dijo sin matices: no es relativo (dudoso); es la Verdad. Solo hay que comparar “lo que hay” (la cambiante arena), con el Evangelio (la solida roca), para darse cuenta de lo lejos que estamos de la Salvación en el Padre, del camino marcado por su Hijo.

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De esta manera concluyó el Maestro su Sermón a las turbas desde aquel alto; al pueblo "de todos los tiempos", hambriento de certezas, de Verdad. Pocos llegarían aquel día a oír su voz siquiera, y sin embargo hasta nosotros ha llegado la Palabra dos mil años después; y estará con nosotros hasta el fin del los tiempos, por encima (o por debajo) de cualquier poder; para ser pensado por los que escuchan y ven. El Odre Nuevo, el Reino de los Cielos; la Voluntad del Creador.

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