top of page

XXII

 

 

El reino de los cielos es semejante a un rey que preparó un banquete de boda para su hijo. Y envió a sus criados a llamar a los invitados al banquete, pero no querían venir. Envió de nuevo otros criados con este encargo: Decid a los invitados que he preparado mi convite, se han matado ya mis bueyes y animales cebados, y todo está preparado, venid al banquete.
 
Pero ellos, sin preocuparse, se marcharon; el uno a su campo, el otro a su negocio; los demás, cogieron a sus siervos los insultaron y los mataron. El rey, enfurecido, envió sus ejércitos, hizo perecer a aquellos homicidas y prendió fuego a su ciudad. Entonces dice a sus siervos: El banquete está preparado, pero los invitados no eran dignos.
 
Id a la salida de los caminos y llamad al banquete a todos los que encontréis. Los siervos salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos, y se llenó de comensales la sala del banquete. Entró el rey para ver a los convidados, y encontró allí a uno sin traje de boda. Díjole: Amigo, ¿cómo has venido aquí sin traje de boda? Y él se quedó callado. Entonces dijo el rey a los sirvientes: Atadlo de pies y manos y arrojadlo a las tinieblas exteriores; allí será el llorar y el rechinar de dientes. Porque muchos son llamados y pocos escogidos.

​

​

Mi opinión:

Esta parábola complementa a la anterior; no es casual que la suceda. Otro pueblo ( “Id a la salida de los caminos y llamad al banquete a todos los que encontréis.”) sustituyó al pueblo que fuera elegido en principio; pero no supo apreciarlo: “ellos, sin preocuparse, se marcharon; el uno a su campo, el otro a su negocio; los demás, cogieron a sus siervos los insultaron y los mataron… los invitados no eran dignos.”; unos por acción y otros por omisión; pues la dejadez, la indiferencia y la cobardía también son culpables.

Sin embargo, ese otro pueblo disperso de los caminos, tampoco es una joya en general, pues en él se encuentran (son llamados); buenos y malos: llenándose de invitados la sala (la Tierra/historia). En este pueblo disperso llamado a la Vida, también hay culpables, por acción y por omisión; por los mismos motivos. Y es que, la gran mayoría no sabemos apreciar lo que el Creador nos ofrece en el convite: “muchos son los llamados y pocos los elegidos”; nos dice Mateo que dijo Jesús. Si convida el Creador (bueno, justo); ¿será malo el convite?


“Y ésta es la condenación: que la luz vino al mundo y los hombres (en general) amaron más a las tinieblas (porque la sencilla elección está en cada uno, con independencia de sus condicionamientos materiales) que a la luz, porque sus obras eran malas. Todo el que hace el mal, odia la luz y no viene a la luz para que no sean criticadas sus obras.”; nos dice (sin duda el verdadero) Juan evangelista que dijo Jesús. Y al leer este párrafo, hay que mencionar inevitablemente a los lacayos masones (secreto y obediencia ciega: ciegos que guían a otros) de los labradores asesinos, como representantes destacados de tal afirmación. La Elite Talmúdico Usurera Anglo Sionista viene imponiendo el Novus Ordo Seclorum anticristiano, mediante sus agentes (lacayos masones/ateos) y la escoria odiadora (revolucionaria) Disraeli-Rothschild; como dictan sus Protocolos: más útil que las bombas (al igual que sus virus y pandemias).

​

​

​

​

​

​

Hipócritas, ¿por qué me tentáis? mostradme la moneda del tributo. ¿De quién es esta imagen y la inscripción?
 
Dad, pues, al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios.

​

​

Mi opinión:

Tras ese encuentro "clave" en el templo con la élite talmúdica de turno... nos dice:
 
- Mateo: los fariseos se marcharon y deliberaron cómo cogerle en alguna afirmación. Y le enviaron los discípulos suyos (de los fariseos), juntamente con los herodianos (partidarios de la dinastía de Herodes, de espíritu helenista, pro romano) para preguntarle (a Jesús): "Maestro, sabemos que eres sincero y enseñas el camino de Dios con verdad, sin tener acepción de personas (favoritismos o prejuicios), pues no miras al exterior de los hombres. Dinos, pues, ¿qué te parece? ¿Es lícito dar tributo al César o no?
Conoció Jesús su malicia y dijo: "Hipócritas, ¿por qué me tentáis?. Mostradme la moneda del tributo". Ellos le presentaron un denario. Díceles: "¿De quién es esta imagen y la inscripción?. Le dijeron: "Del César". El les contestó: "Dad, pues, al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios". Al oír esto se maravillaron (se quedaron sin palabras), lo dejaron y se marcharon.

 

- Marcos (Pedro), matiza más la pregunta que le hicieron: ¿Pagamos o no pagamos?; lo que dejaba a las claras que querían argumentos para acusarle ante los romanos si decía que no; o ante el pueblo, si decía que sí.
 

- Lucas (Pablo), confirma directamente que: "le enviaron espías que simulaban ser justos, para pillarlo en alguna afirmación, y entregarlo al poder... de turno: ¿Nos es lícito (a los judíos) pagar el tributo al César o no?..." "Y no pudiendo acusarlo ante testigos con su respuesta, se callaron."
 
 
El César es el poder terrenal, representado por muchos tipos de personas o entidades de mayor o menor rango. Un verdadero creyente, no duda un instante: el Padre es la perfección y el césar de turno (que sea), la imperfección; el Padre es la Vida, aunque del césar de turno pueda llegar a depender esta vida. El césar de turno, o sea, el poder de turno, puede ser más o menos honrado, e incluso adecuado; de hecho o en apariencia; pero nunca debería ir en contra del Evangelio, contra la Verdad (contra el deseo del Padre). Este, no es relativo, sino bien claro y sencillo. Lo que nos lleva hoy, como entonces, como siempre, a un enfrentamiento entre el poder y el Poder. Aquel tan presente, y este tan ausente (de ahí que la mayoría yerra), porque no buscamos en nuestro propio interior sinceramente.
 
La Elite Talmúdico Usurera condenó a Jesús, en complicidad con la Roma pagana helenizada (atea en el fondo a pesar de sus dioses de cartón, de mármol) de entonces (dos antítesis relativas que condujeron al mayor error; ayer como hoy, los labradores asesinos y los ateos Disraeli-Rothschild). Elite que desautorizó el Padre: (la viña) "se os va a quitar a vosotros para darse a un pueblo que de sus frutos". Hoy, poco ha cambiado, tan solo Roma por el anglosajón; llegando así a la versión actualizada Novus Ordo vía Protocolos de la Elite Talmúdico Usurera Anglo Sionista. El cesar de turno al servicio del Malo; su erial de cizaña.

En aras de vivir la vida que el Padre nos regaló, y para poder servirle, sirviendo al prójimo, daremos al césar, al poder de turno; aquello que nos requiera, siempre que no vaya en detrimento de lo que hemos de dar al Padre; a sus hijos, nuestros hermanos en EL. Es decir, hay que dar al césar lo que es del césar; y, ¿qué es del césar, si todo lo que el césar es o tiene, le ha sido dado por el Padre? (que lo administre bien o mal es otra cosa). Del césar es (por delegación) la vida material y el modo de vida de muchos (su responsabilidad de la que habrá de responder). Si el poder nos pone en el dilema de tener que elegir, aún a costa de nuestra vida, salud o bienes, habremos de demostrar nuestra fe, eligiendo la Vida; por encima de esta; de la salud, o del amor que tenemos a los seres queridos (el que elija al padre o al hijo antes que a mí, no es digno de mí), o al bienestar: tendremos que elegir entre la mentira y la verdad; entre el sacrificio y la misericordia. Es una elección aparentemente fácil, pero, que pocos... ¿Qué es del Padre? Sencillo: Todo; empezando por mí; por mi propio pensamiento; la elección es obvia. Si Jesús no contestó claramente, es porque debía seguir, como el mismo dijo, el guion.


Pagaremos al césar (sea justo o no) para sobrevivir en el peor de los casos, o para vivir, en el mejor; buscando el Reino de los Cielos. Pero deberíamos intentar dar al Padre (al prójimo) todo lo que podamos, todo lo que por su bondad nos permita darle. Y, ¿cómo podemos darle todo al Padre? Sirviéndole, sirviendo a todos sin excepción; siempre con misericordia y ¡nunca con sacrificios! (el fin no justifica los medios; cada medio, cada pensamiento es un fin); como el más pequeño e insignificante, tal como nos explicó Jesús; el ejemplo perfecto.
El Cristo nos habló de un futuro cada vez más oscuro y maligno. Hay que estar ciego para no ver la deriva, de un tiempo a esta parte acelerada, desatada hacia el mal. En la historia, los débiles y los cristianos, salvo raros periodos, han sido perseguidos y diezmados. La maldad que se está acumulando, descargará una vez más sobre los mismos, y muchos probablemente habremos de elegir. No es mala suerte; visto con perspectiva, es buena suerte pues nos da la posibilidad de Salvarnos allá, a menos que neguemos la Verdad para salvarnos aquí. Parece ser que al famoso Abundio, le llamaron tonto por elegir la Verdad públicamente ante el alfanje; si es así, antes de pronunciar el refrán convendría meditar en cuanto a quien es el tonto. Más bien, fue listo y valiente.

​

​

​

​

​

​

​

Erráis, porque no entendéis las Escrituras ni el poder de Dios.
 
En la resurrección ni los hombres se casarán, ni las mujeres serán dadas en matrimonio, sino que serán iguales como ángeles de Dios en el cielo.
 
Y sobre la resurrección de los muertos, ¿no habéis leído lo que os fue dicho por Dios, cuando dice:
YO SOY EL DIOS DE ABRAHAM, EL DIOS DE ISAAC Y EL DIOS DE JACOB?
Dios no es Dios de muertos, sino de los que viven.

​

​

Mi opinión:


Hoy, los grupos de presión feminista como el resto de colectivos descontentos, se pliegan a las consignas del viejo Novus Ordo anticristiano que los financia, crea y dirige; en busca de su mezquina parcela de poder, a cambio de servir a la causa de los amos, del Mal; en absoluto relativo, por no serlo el Bien, el Padre. Estas grandes minorías están inyectadas en odio premeditadamente por los lacayos masones de la Elite "de turno"; teledirigidos con sus medios de ingeniería social "derriba-sistemas", o "quítate tu para ponerme yo". Estas minorías odiadoras del divide y vencerás del siglo XXI, herederas de la obsoleta URSS; siguen siendo la misma escoria comunista Disraeli-Rothschild;  la "que toca"; pues el mal cambia continuamente de careta: "por sus obras los conoceréis"; escoria siempre "más útil antes que las bombas", como apuntan los Protocolos de los labradores asesinos. La meta tras implantar un sistema global, es erradicar toda huella del verdadero cristianismo, único freno moral que nos ha impedido hasta ahora caer en la bestialidad tecnológica; la imposición por la fuerza de toda la vida, del fuerte sobre el débil.

Los obedientes lacayos masones progres desde su trama de poder, promueven el crecimiento del agresivo y excluyente islam, mientras se sigue atacando por todos lados y continuamente al cristianismo (desde fuera y desde dentro): no es casual, ni de ahora; pero en los últimos tiempos está alcanzando cotas nunca vistas en lo que fuera el germen de la civilización cristiana: la Cristiandad, que tornó en la laica Europa de los prenazis clásicos gracias a la revolución masona "ilustrada" de los amos. Y entre las maldades que se pasan por alto a la minoría odiadora que es el islam, está la que atañe a la mujer; esclavizada "por mandato divino". No se precisan muchos razonamientos, basta contrastar por un lado al guerrero de Ala que alcanza la divina salvación islámica eliminando y castigando infieles para premiado con esclavas rodeado de mármoles, jardines y palacios; y por otro lado al cristiano elegido (por si mismo) para la Salvación, donde ya no estará sujeto a las leyes de este mundo, con sus limitaciones físicas; quedando en completa igualdad hombres y mujeres "cual ángeles de Dios en el cielo" (en la Vida): ¡vaya diferencia!, ¿no?; resulta que la mujer no es un objeto, una esclava de placer para el hombre. Sobran palabras al poner la mentira al lado de la Verdad. A ningún cristiano se le regalarán esclavas huríes (personas) para disfrutar de placer sexual abundante en medio de riquezas muy materiales; y a ninguna cristiana se le regalaran gigolos de moda en balnearios. En la familia cristiana el hombre no abusa de su fuerza; nadie abusa de su fuerza, inteligencia o poder de cualquier tipo, y cada uno sabe en donde debe estar; cual es su papel y su sitio. La mujer no abusa de los niños, ni de los ancianos, ni de los enfermos. Nadie abusa de nadie, porque el cristiano (de verdad) sabe que está para servir como el menor (en este caso, de la familia);o sea, a dar el callo como el que más (justo lo contrario de abusar); sirviéndose así a si mismo y a la obra del Padre.

​

​

Mientras en otras religiones se define un premio y un castigo muy materiales, muy de este mundo (para conecten con sus clientes), el cristianismo no promete ese tipo de tesoros, pues a los tesoros a los que se refirió el Cristo, no les afecta la polilla ni la herrumbre: no son de este mundo (como era de esperar), pero cabe imaginar que no serán muy materiales. No se nos puede adelantar lo que no concebiríamos en nuestra limitada imaginación, pero si podemos entender y apreciar que las mejores cosas de esta misma vida, no tienen precio, y nos vienen dadas "de serie"; razón por la que son minusvaloradas u obviadas. Hay quienes saben apreciarlas, y quienes no pueden o no quieren hacerlo.
Los "graciosos", a falta de sexo, se imaginan a los elegidos tocando el arpa sobre una nube, pues estamos demasiado apegados a las concupiscencias de esta vida; piensan: que aburrido si nos quitasen el sexo (ese ardid instintivo de la naturaleza de este mundo, para motivar la vida en los seres inferiores). Si el Padre ha creado esta vida como mero tamiz para decidir quienes merecen más en la Vida; evidentemente, no consistirá esa Vida en tocar el arpa de nube en nube. Ya hay una morada que reserva el Padre a los elegidos, pues nos lo dijo el Rey de David, y evidentemente, sea como sea, le dará mil vueltas a esta existencia, sea como sea. Pero no debe ser esta la motivación, un premio; sino el convencimiento de estar en la Verdad: la FE en la Palabra (en el Padre), como Ley de leyes.

​El odio ciego anticristiano con el que se realimentan los hijos del Malo: los amos de este mundo, sus lacayos ateo masones y su escoria odiadora; les impide ver y oír (arrastrando a la mayoría restante); miran para otro lado ante estas palabras de Jesús, del Padre, que desvelan la igualdad básica espiritual del hombre y la mujer: "serán iguales". No cabe mayor declaración de igualdad. Funciones a que este mundo obliga, dejarán de tener su razón de ser; como no podía ser de otra manera: En la Vida no se procrea, ni se muere; ni hay que multiplicarse: serán como ángeles, como hermanos, hijos del mismo Padre creador, merecedores de vivir en EL, en su memoria, siempre (viene a decirnos/ Lucas 20; transmitiendo más en este caso que Mateo22 y Marcos12).
La Elite emplea las antítesis masonas (sus agentes); y estas pastorean en su nombre a las minorías odiadoras como el islam, los protestantismos, los homosexuales, las feministas, a los falsos cristianos (pseudo católicos postconciliares incluidos); a toda la escoria revolucionaria Disraeli (la vieja y la nueva), etc. etc., para atacar el Verdadero Mensaje; innumerables mentiras y agresiones para acallar y perseguir única Verdad. No vale la resobada excusa: “¿y las cosas malas que hacen los cristianos… que?”; ¿pues qué de qué...? pues nada de nada, porque no son cristianos en realidad (sino todo lo contrario, porque el que no recoge, desparrama) quienes no cumplen con el Evangelio (con el cristianismo), con el Padre (por más que se hagan, que nos hagamos llamar cristianos... de buena o mala fe). El Mensajero habló clarísimo: primero lee el evangelio, piénsatelo, y después compáralo con lo que te cuentan los que dicen guiarnos. Cuando escuches directamente al Padre por su palabras: por la Palabra, podrás discernir para conocerles por sus obras.
 
Y sobre la resurrección de los muertos: esos que ya sabemos por Jesús que están salvados para la Vida. Viven ya: entonces, ahora y siempre (como se mostraron en la Transfiguración). Es promesa de Vida hecha por Jesús, (que nunca miente); por el Padre; en la nueva alianza/contrato. Tal como aquella otra Antigua, entre Moisés y la Zarza ardiente (a la espera del Hijo, el Padre se expresó así); adulterada nada más firmarse, y como estaba anunciado, malograda sin remedio a más no poder.
 
Las costumbres humanas varían con los tiempos; pero la doctrina, la Palabra (el Verbo), la voluntad del Padre; no varía, pues no es relativa; por mucho que se esmere el cesar de turno en promover lo contrario a todas horas, con todo su poder. Así, en tiempos de Moisés la tradición mundana, la moda/tradición del momento, era esa; que la mujer se casara con los sucesivos hermanos (si iban falleciendo), hasta tener descendencia de alguno de ellos: y entonces, ¿de cual de los hermanos seria esposa en el Cielo (en la Vida)?, le preguntaron. 
Jesús les contesta (nos dice); que se equivocaban (y continuamos haciéndolo) arrastrando periódicamente tradiciones adulteradas o creando otras nuevas (preceptos de hombres); porque desconocían, desconocemos (el verdadero sentido de) las Escrituras y el poder (la voluntad) del Padre. Para eso vino Jesús; para que, conociendo a través del Mesías su Voluntad, tomemos partido libremente: “Y esta es la condenación, que la luz vino al mundo, y los humanos prefirieron las tinieblas…”. Pero no todos, pues “su pequeño rebaño le entiende y le sigue; y EL les da la Vida”. En el Sermón de la montaña hay bastantes ejemplos de lo que vamos trasgrediendo.

Nos dijo que en la Vida no tendrán sentido las uniones de esta vida, por eso la mujer no será esposa "de ninguno de los hermanos"; porque habrá dejado de ser mujer y será un espíritu libre de ataduras, lo mismo que el hombre. Por cierto, ¿dónde habla Jesús de la resurrección de la carne? ¿dónde en el Odre Nuevo, verdadero?
En esta vida, lo que el Padre ha unido "que no lo separe el hombre"; así, la familia es un pilar fundamental del cristianismo. No es casual que se procure su destrucción a toda costa. El marido no puede repudiar a la mujer (ojo, salvo adulterio...); repudiarla era la costumbre de la época; como costumbre era " lo de los hermanos y la viuda", y como costumbre es hoy que la mujer pueda repudiar al marido). Costumbres pasajeras que no afectan al verdadero sentido del Mensaje. No repudiar a la pareja, no destruir lo que el Padre unió. Si la repudia, la empuja al adulterio; y el que se une al repudiad@, a su vez adultera (Sermón de la montaña). Es decir, la pareja es la procreativa: hombre y mujer; su cometido es vivir cristianamente (en la Verdad) y darle, si es posible, buenos frutos al Padre. Nada en ella debe resultar un sacrificio, sino una oportunidad, porque todos conocen su lugar y su misión. Como las costumbres cambian con los tiempos, es necesario saber que es lo que no debe cambiar cuando se tiene fe en el Evangelio.

Es de cajón que, uno que se dice cristiano ha de prever lo que pasará si se empareja con alguien que no tiene las mismas convicciones, por muy atractiv@ que sea. Hoy estamos en las antípodas de lo que debiera ser una elección cristiana mutua justificada, y cada vez a peor. Como de costumbre se empezó por criticar y ridiculizar los largos noviazgos, y se reemplazó con las "experiencias prematrimoniales"; es decir, materialismo, sexo puro como sustituto del verdadero amor, sin nada detrás en la mayoría de los casos. Cada elección en la vida nos obliga a tomar partido, y algunas tienen muchas y muy graves consecuencias. Todo lo que en la época del Mesías se dice de uno u otro sexo, puede cambiar en otra época, tal es el caso hoy; por eso, cuanto dijo respecto al repudio de la mujer, hoy cabe aplicarlo al repudio del hombre, cuando por ejemplo, la mujer encuentra un partido, una ilusión mejor; o le decepciona su pareja: hay que pensar que las personas cambian; y el lazo sexual no resiste tales cambios, sino lazos mucho más fuertes. La pareja cristiana debe ceñirse a las enseñanzas del Cristo en toda época: son del Padre, no son relativas; no son discutibles, moldeables ni rebajables. Por eso, han de pensarse mucho las decisiones, si realmente se tiene fe. Hoy, la gran distancia que hemos puesto respecto a la Palabra, prácticamente nos impide reaccionar ante el torbellino diario que nos rodea. Ya en épocas que se decían muy cristianas, el cristianismo brillaba por su ausencia (familia incluida) en muchos casos. Ni se puede matar en nombre del cristianismo, ni se puede doblegar la voluntad de la mujer (ni de nadie). Hay que respetar lo mismo a un hombre que a una mujer, porque no se le respeta por su fuerza o por su riqueza, sino porque es un igual, al que hemos de servir.

​

Cuando se dice que ninguno es mayor que otro, evidentemente, se incluye a la relación hombre, mujer (rico o pobre, joven o viejo, negro o blanco, fuerte o débil, inteligente o simple, etc.). En la Vida, sin los condicionantes funcionales (físicos) de esta, la igualdad es total: Compañera te doy y no esclava. Y es que, no hay nada más poderoso (en el mejor sentido) en este mundo que el amor de una buena madre. Evidentemente, es la familia, la unidad básica de procreación divina: "creced y multiplicaos"; de ahí el ataque a la misma, de partida y continuado, por parte de los de siempre. La familia tiene su razón de ser en los hijos.

La familia que da frutos, da hijos al Padre; pero han de ser buenos frutos. En contra de lo que nos han llegado a convencer, el motivo del matrimonio, de la familia (y de esta vida en general) no es pasarlo lo mejor posible (empezando por el sexo). O mejor dicho, si es pasarlo lo mejor posible, porque debe sentirse como una satisfacción el ser un buen cristiano (también en el seno familiar); muy distinto a las satisfacciones a que nos han, nos hemos, acostumbrado. El Carpe diem si, pero con un significado prácticamente contrario al establecido, a la felicidad egoísta que nos van vendiendo.

Para el cristiano (para todos); el fin de esta vida es servir al resto, para servir al Padre, a la Verdad. El fin de la familia cristiana (de la familia), para servir en ese cometido es, formar adecuadamente a su descendencia, a los hijos... del Padre, que están al cuidado de la pareja, para que estos sirvan después al resto, al Padre: venga a nosotros su reino (de bondad, de misericordia; la justicia verdadera)... obras son amores y no buenas razones: la "obra" de la pareja es formar cristianos (que formen cristianos). Por el contrario, con el constante divide y vencerás, y mediante la adulteración del espíritu femenino, han conseguido incentivar el egoísmo personal (han inyectado odio) para resquebrajar esa institución. Se ha inoculado la visión denigrante de la labor maternal, y no ya solo en las mujeres, sino en la sociedad toda; y de ahí ha venido todo corrido. Ya, no solo la mujer busca ante todo satisfacer su atracción física, quedando el abnegado espíritu de unidad solidaria relegado al último termino (o a ninguno casi siempre), tras cualquier otro condicionante (posición social incluida). El juramento ante el altar (nada menos que ante el Padre), la afirmación rotunda del Hijo (del Padre): lo que Dios unió que no lo separe el hombre (para lo bueno y para lo malo)... una burla todo, de aquellos que se dicen cristianos con anteojeras. Una larga pendiente sin fin, con aborto de bebes (nada menos que en el vientre de sus madres) de por medio (con sacrificios humanos de todo tipo, cada dos por tres, convenientemente camuflados); un innumerable número de errores en forma de bola de nieve creciente y monstruosa: "Se irá enfriando el corazón de las gentes...": eugenesia y eutanasia globales.

​

No basta con tener hijos; antes al contrario, se asume una enorme responsabilidad si se malogran esos frutos. Huelga comentar sobre el abandono de la buena educación familiar, pues hace tiempo que la mayoría de los padres (preocupados por cosas mucho menos importantes que les han vendido como imprescindibles) delegaron en sus obligaciones y preocupaciones, dejándolas en las adulteradas manos de los labradores asesinos. Y para que ya ninguno escape a su maldad, los arrebatan descaradamente a los pocos padres cristianos responsables, negándoles este sagrado deber; es siniestro; agravándose el problema con cada generación. Diabólico plan de embrutecimiento de unos dementes iluminados. Así:

Del mismo modo que se impuso en la memoria colectiva que el papel maternal es denigrante y degradante para la mujer, haciéndola sentir en un plano de humillación, inferioridad y esclavitud respecto al hombre; del mismo modo, se inocula en los hombres desde la infancia, el sentimiento particular (y colectivo) de que el papel del hombre es malo; un depredador violento y aprovechado respecto de la mujer y por tanto, para la sociedad; y que viene a ser mejor no serlo, aún a costa de ser otra cosa rara e indeterminada, todo antes que ser hombre. Observamos como en los medios de comunicación y ocio de masas se ha promovido el machismo mientras que ahora su antítesis lo criminaliza. No es una estrategia nueva; quien financió una tesis, financia la antítesis; así es como se se conduce al rebaño al matadero, con dos o más perros.
Es decir, hoy se esta fomentando, financiando, la homosexualidad; sobre todo la masculina desde los pupitres y las primeras letras. Todo en la línea de pensamiento de los pre-nazis clásicos (que no veían bien para sus republicas ideales, la procreación ni la existencia de los menos dotados; de la mayoría (Platón, Aristóteles, Sócrates, Seneca, etc.). En realidad, como nos revelan estos "sabios" del pasado, de lo que se trata en realidad con la destrucción familiar y demás egoísmos individuales, es de evitar la procreación de las masas, para que el control, la selección eficiente del ganado humano sea total. Quedando reservados los privilegios para los elegidos, o sea, ellos. Y su derecho es la fuerza del más capaz, del que la ostenta; como advierten en sus Protocolos. Es decir, la ley de selección natural de las bestias, radicalmente contraria al cristianismo (de ahí la razón de la pertinaz persecución). Así queda demotrada la pertenencia del bloque oscuro al mal, y la prueba (una más) de la existencia del bien y la Verdad absoluta: creced y multiplicaos; misericordia (con los menos capaces) y no (su) sacrificio. El cristianismo no se aplica al resto de especies (no porque no lo merezcan, sino porque no están capacitadas, pues obedecen al instinto), solo la especie humana tiene, alcanzó, la llave de su destino. Pero el progresismo humanista Novus Ordo no se conforma con situar al genero humano (la escoria de los no elegidos y por tanto prescindibles) en igualdad con las otras especies, sino que lo rebaja respecto a estas, para lo cual necesita embrutecer y diezmar a las masas humanas; sacrificándolas a sus intereses, que pasan por concebir un jardín zoológico variado, especímenes humanos incluidos. Los no elegidos por las élites (labradores asesinos) son recursos prescindibles, que deben ser los imprescindibles como mano de obra sana (mientras sea necesaria); y que no interfieran en el control global de sus recursos. Humanos sonrientes y agradecidos porque les dejen vivir y disfrutar de su smartphone o similar.
Si hubiera alguna excepción, daría lugar a dudas, pero como van siempre con todo el conjunto de maldades, una detrás de otra, es fácil distinguirlos a la primera. Tramoya que termina por caer, pues se sienten tan seguros ya, que ni les importa que se sepa. Imposible dudar: por sus obras les conoceréis. Se viene llevando a las sociedades con una cadena piramidal de engaños; llevándolas contra el Creador: quién no está conmigo está contra mi. Malmetieron con las mujeres, siguen con los hombres, los hijos; los más débiles caen siempre primero; la destrucción ha de ser total y sin escapatoria. El corazón de las gentes se enfriará; y cuando ataquen a una oveja, las otra mirarán para abajo o a otro lado, con temor y resignación: la Salvación no es de este mundo. El Hijo nos auguró este futuro mientras miraba desde el monte de los olivos a los muros de aquel templo; aquel donde se acercaron a preguntarle los saduceos curiosos (que negaban la resurrección; o sea la Vida tras esta vida). Mucho os equivocáis, les dijo (si no creéis en la Vida eterna en el Padre). Es la respuesta para cualquier tipo de ateo. Tanto los herodianos (que le tentaron con los fariseos en cuanto a los tributos), como los saduceos, tenían influencias helenísticas, o sea, ateas de los "clásicos" clásicos pre nazis. Y no hace falta decir más, pues es cuestión de fe, de confianza en el Salvador: mucho os equivocáis. Una pista infalible: por sus obras les conoceréis (y no se repetirá lo suficiente), todos van cortados por el mismo Patrón: materialismo, predominio, egoísmo, soberbia, instinto, selección, sacrificio. Los atributos del Malo.

​

​

​

​

​

​

​

Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente.
 
Este es el mayor y primer mandamiento. Un segundo hay igual a el:
                   Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
 
De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.

​

​

Mi opinión:

Querrás al Padre con todo tu sentimiento, tu voluntad e inteligencia; o sea, sobre todas las cosas. Pero, al intentar creer "sin más", carentes de todo conocimiento y de todo sentimiento, apoyados tan solo en conjeturas; probablemente no sentiremos nada. Podemos imaginar un ser supremo... lejano, indiferente, ausente, inaccesible (como el Gran Arquitecto del Universo de la regular logia inglesa); e inmediatamente, ignorarlo, dudar y negarlo frente a la evidencia de la cruda realidad (como la afrancesada logia irregular o revolucionaria) ¿Cómo entonces quererlo, y más, de esa manera, como nos pide Jesús?
Dando por hecho que existe un único hecho singular; un ser que relega la nada a un imposible, y de cuya existencia somos prueba tangible; Jesús (que nunca miente), nos lo confirma: "quien me glorifica es mi Padre, el que vosotros decís que es vuestro Dios."
 
Podríamos estar agradecidos desde la inteligencia y la voluntad, pues le debemos todo, empezando por esta vida; el libre albedrio (que nos alza sobre este/a mundo/vida); la capacidad de amar, de sentir; e incluso de odiar y de sufrir. Pero del frío agradecer, al cálido querer, hay un mundo; y más, si ha de ser "sobre todas las cosas". Es imposible querer al Padre, desde el vacío de la ignorancia.
El primer conocimiento, precario; vino de la Ley y los Profetas (la versión verdadera), antes de Cristo. De manos de algunos elegidos que, a pesar de la barbarie reinante por doquier en los albores de la civilización, supieron conectar por primera vez con su Creador (como siempre, desde lo escondido); anteponiendo, insospechadamente, la misericordia al sacrificio congénito de siglos y siglos de evolución-selección. Pero, el verdadero conocimiento, viene de Jesús (cuántos habrían querido saber lo que vosotros sabéis), el anunciado desde tanto tiempo atrás. El predilecto, trajo la clave que permite a los elegidos, querer al Padre, como el Padre espera ser correspondido; con todo el sentimiento, voluntad e inteligencia, como lo expresa el mandamiento más importante. Hay que leer detenidamente al "Hijo del hombre" para llagar al Padre; porque es EL, el Padre; su espíritu santo; quien nos habla a través de Jesús. Y así sí; así ya se puede querer al Padre sobre todas las cosas. Porque en Jesús, en el Padre, todo es bondad; misericordia, en lugar de sacrificio; es el humano el que se condena a sí mismo: "Y ésta es la condenación: que la luz vino al mundo y los hombres amaron más las tinieblas ". El Padre habla en Jesús; porque es el mejor, su predilecto; porque siempre está en él.
 
El Padre nos "escucha en lo escondido...", en nuestro propio pensamiento (si dejamos que lo habite), si permanecemos del lado del bien, de la Vida (que, como el Padre, no es relativo). Jesús sabe de qué habla: "en verdad os digo: antes de que Abraham existiera, existo yo"; "ninguno ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre."
 
Un buen Padre espera que sus hijos (los únicos seres en este, su mundo, con la capacidad de elegir, a su semejanza) se quieran como hermanos; sin distinciones, y cada uno sirviendo al otro como su mayor. Espera que sus hijos valoren lo recibido en su propia persona; queriéndose a sí mismos igualmente; pues somos el fruto de su amor. Muy por encima de penas y defectos físicos en esta vida, en este mundo, está lo que llevamos dentro "de serie"; la posibilidad de trascender, ya libres de taras y miserias, a la Vida. Jesús (el Padre), nos habló de los pájaros (de los animales) "¿no valéis vosotros más que ellos?"; ellos no pueden elegir, pues su instinto domina a la razón; el sacrificio a la misericordia (como les sucede a muchos humanos en parte, pero por su propia voluntad, a diferencia de las bestias). El sacrificio inherente a la evolución-selección natural es el largo camino que nos llevó a la puerta que conduce a la Verdad, pero no es la llave que la abre. En este mundo lo natural es la selección por imposición entre especies y dentro de una misma especie; sobre vivir y prosperar por la fuerza del sacrificio de la carne; pero "quien no naciere de nuevo (en espíritu), no puede ver el reino de Dios."
 
El Padre quiso estar muy cerca de nosotros; mostrarnos su amor y el camino: "solo UNO es el bueno", "Muchas obras buenas os he mostrado del Padre". Nos enseñó: (Queremos que) venga a nosotros su reino, para que se haga su voluntad en esta vida como en la Vida. Para que nuestra voluntad sea la suya; porque es la buena; es la Vida. Sirviendo al prójimo (como Jesús), le servimos a EL; le demostramos nuestro afecto. Sin embargo, tras siglos de olvidadiza inercia llegamos al extremo de tenernos por cristianos y al tiempo decimos su nombre en vano continuamente; demostrando que ha pasado a ser tan solo una coletilla verbal, carente de contenido: ¿adiós...? hasta otro rato, nos vemos; pues ni siquiera pensamos que estamos incumpliendo nada menos que el Segundo mandamiento de la Ley. Demostrando así que, en el fondo, no se cree realmente... se vive en una filosofía, en una cultura, más o menos "apañada", mundana; y totalmente ajena al Padre (preceptos de hombres). Una falta de respeto inadvertida, pero brutal y permanente, de los que deberíamos haber sabido ver y escuchar. Tan alejados del amor de hijos (no llaméis a nadie Padre, pues uno solo es vuestro Padre)  que le debemos. Eso, cuando no va aún más lejos la cosa, y aparece la blasfema de quien menos te lo esperas: "... ¿y entonces?: "a todo el que diga una palabra contra el Hijo del hombre, le será perdonada; pero a quien blasfeme contra el Espíritu Santo (del Padre); o sea, contra el Creador; no se le perdonará...".
 
La cultura cristiana (que no la fe cristiana), aceptó casi desde el principio (justo cuando el cristianismo dejo de ser perseguido por el cesar de turno, y pasó a ser el “protegido" del cesar de turno) el sacrificio. Contra el discrepante, contra el no creyente, contra los enemigos mundanos; con razón o sin ella; es lo mismo; Jesús (el Padre) fue clarísimo. Hoy, la lista de despropósitos ha crecido exponencialmente. ¿Es ya "prójimo" un proyecto humano de dos segundos de vida? ¿Es humano un ovulo desde el momento en que es fecundado? Pues sí; es otro proyecto del Padre; limpio como una hoja en blanco, inocente; y que sería, de poder, María o Matías; persona odiosa o entrañable; saludable o enfermiza, fea o hermosa; pero siempre un ser privilegiado en la creación (sobre pájaros y demás); nuestro prójimo, al que hemos de servir como el mayor (siendo apenas un soplo de vida) desde nuestra pequeñez (adulta y cargada de errores). Un ovulo fecundado, un "humano mínimo"; no razona, al igual que un bebé o un demente; no siente, al igual que un comatoso o un tetrapléjico. Unos y otros son el prójimo, nuestros hermanos en el Padre. Un proyecto de humano es un ser divino (como un anciano o un enfermo terminal), porque lo hizo el Padre (no la madre-contenedor; ni el padre-catalizador) a su semejanza; tremendo regalo. No podemos dar vida, pero nos empeñamos en quitarla; cuando ni siquiera somos dueños de nosotros mismos. Estamos de prestado. Hoy, el "tolerante" cristiano es aquel que tiende a hacer el bien… si le viene bien; y cada vez viene menos bien (aborto, divorcio, eugenesia, eutanasia, destrucción familiar, egocentrismo, consumismo, etc); aunque eso, ya es mucho más de lo que hacen quienes han caído, sin remedio, en el relativismo anticristiano. Toda esa masa menguante que constituye la cultura cristiana, se debate frente al viejo Novus Ordo Seclorum, sumida en una neblina amnésica que la envuelve, y que le impide toda resistencia seria contra el adoctrinamiento mediático permanente. No tiene argumentos; pero si contradicciones para dar y tomar. Renunció a la Verdad bajo la agradable presión del entorno, tomado por los hijos del Malo.
Al ateo (sepa o no que lo es) solo le sujeta el miedo al cesar de turno; la ley del palo, de la fuerza, la ley natural, animal, instintiva "de toda la vida"; la fuerza del miedo. Muchas veces revestida de rimbombante retórica pseudo liberal. Así, las fuentes masonas clásicas; Sócrates y Aristóteles, psicópatas racistas y nazis, que inspiraron toda la basura recuperada por las ilustradas antítesis masonas; esbirros de la Elite Talmúdico Usurera Anglo Sionista, razonaban de esta guisa:
"de la mentira habrán de valerse los gobernantes por el bien de sus gobernados(...)es necesario que los mejores cohabiten con las mejores, tantas veces como sea posible (como conejos); pero el resto, al contrario. Criando la prole de los mejores, pero no la de los segundos (aborto, eugenesia, crímenes de todo tipo). Todo esto ha de ocurrir sin que nadie lo sepa (futuro secreto masón - Novus Ordo), si se desea que el (¡)rebaño(!) de los (¡)guardianes(!) permanezca apartado de toda discordia". O sea, lo que sería hoy el engaño de las antítesis masonas (los guardianes), que perjudican (engañan y sacrifican ) al pueblo sin que se sepa.

Y continua: "A los jóvenes que se distingan en la guerra habrá que darles mujeres, para conseguir hijos saludables (a la élite de los amos y a sus lacayos masones). Si alguno de los no elegidos se inmiscuye en las procreaciones públicas (o el "por qué" el Novus Ordo viene promoviendo las políticas de "anti"-natalidad de las masas), consideraremos su falta como una iniquidad clandestina y monstruosa (dijo el monstruo). E igual de culpable será aquel elegido que tome mujer sin que le aparee un gobernante (en el Novus Ordo chino, modelo de lo que será para el resto, ya conceden el derecho a procrear los amos). Y cuando pase la edad de procrear de los elegidos, habrá que advertirles que pongan sumo cuidado en que no vea siquiera la luz (aborto) ni un solo feto de los que puedan ser concebidos; y que, si no pueden impedir que alguno nazca, dispongan de él en la inteligencia de que un hijo así no recibirá crianza (aborto e infanticidio)".
Estas bestialidades (adulteradoras de largo alcance) que solo se entienden desde el uso de la fuerza, del sacrificio (contrario a la misericordia cristiana), de la imposición del más fuerte (ley de la selección natural de las bestias), que siempre ha regido este mundo; se recogen en gran parte de la Ley y los Profetas (en la parte adulterada: el odre viejo). Todavía en tiempos de Abraham no se entendía, en medio de la bestialidad reinante, la Verdad. Abraham buscó al Padre en su corazón, al verdadero Dios, y este le inspiró la Verdad: Era misericordia lo que quería el Padre para honrarle, y no el sacrificio de su hijo (que era lo que mas quería Abraham; por eso se pensaba que al dios de turno había que entregarle en sacrificio lo que más se quería, lo mejor). Seguramente ya hubo otras personas que sintieron ese impulso misericordioso, pero solo Abraham en medio de la ceguera colectiva y generacional supo cortar y entender (por deseo del Padre) la lógica de la Verdad; contraria al impulso casi irresistible instintivo, heredado. El sacrificio lo induce la tentación del Malo, disfrazado como mejor convenga. Gracias a Abraham y a los que le siguieron, ese primer pueblo se opuso al infanticidio y al aborto, relacionando más o menos conscientemente al Padre con la misericordia. Hito cumbre que fluctuaría a la baja a partir de entonces, pues la misericordia no encaja con el espíritu de predominio que más tarde o más temprano termina por abrigarse en toda sociedad que prospera. Fue el único humanismo precristiano... el único. Y claro, el elegido que enlaza con Jesús.
 
El ateo, es libre de asesinar, si la ley lo permite. De esclavizar, de oprimir, de maltratar, etc. basta que le interese al poder. Lo hicieron, lo hacen y lo harán; la ley de los hombres está al abrigo del mal, eso sí, muy maquillado siempre, y tanto más cuanto más tecnificado; como en los tiempos progres que corren. Así, los (ultra censurados, por intencionadamente mal atribuidos) Protocolos, no solamente son ciertos; sino que se vienen cumpliendo al píe de la letra. No son obra de los judíos, sino de aquellos que se vienen proclamando sus guías; a los que el Padre (a través de Jesús), desposeyó de su autoridad (moral, que no mundana): "se os va a quitar a vosotros para darla a otro pueblo que dé sus frutos" (frutos de misericordia y no de sacrificios). En esos protocolos se especifica que se debe ateizar la sociedad, para acabar con el cristianismo (abundando en lo dicho por el anticristo masón y élite Disraeli-Rothschild). Los (masones) ateos y la escoria (revolucionaria) son su mayor arma a este efecto, matizan (aún no disponían de la tecnología genética de los virus).
La sociedad atea sembrada y regada, denigra al que cree; se burlan de su fe. No se puede probar que Dios existe científicamente, pero, tampoco (los ateos masones) pueden probar que no existe. Si no pueden probarlo, no deberían criticar lo que desconocen, pues igual están equivocados. Pero el caso es que, no solo lo critican (la religión, la trascendencia), sino que persiguen al cristiano con saña desde la conspiración secreta, desde el odio que avivan a diario. Porque en el fondo (lo sepan o no), son esbirros, títeres, de la Elite Talmúdico Usurera Anglo Sionista. A todos ellos les mueve el mal, el Malo; que también está en lo "escondido", cuando no se le impide el paso: "El padre de quien vosotros procedéis es el diablo, y hacéis lo que quiere vuestro padre. El fue homicida desde el principio, y no se mantuvo en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando dice la mentira, habla de lo suyo, porque es mentiroso y el padre de la mentira. A mí, en cambio, porque digo la verdad, no me creéis. Yo no tengo demonio, sino que honro a mi Padre, mientras que vosotros me deshonráis a mí. Yo no busco mi gloria... Si yo me glorifico a mí mismo, mi gloria nada vale; quien me glorifica es mi Padre, el que vosotros decís que es vuestro Dios. Pero no lo conocéis; yo, en cambio, lo conozco. Y si dijera que no lo conozco, sería, como vosotros, un mentiroso. Pero lo conozco, y guardo su palabra".

​

​

​

​

​

​

​

​

¿Qué os parece del Mesías? ¿De quien es hijo?
 
Pues ¿cómo David con inspiración lo llama Señor cuando dice: Dijo el Señor a mi señor: Siéntate a mi derecha hasta que ponga a tus enemigos debajo de tus pies? Si David lo llama Señor, ¿como es su hijo?

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

Mi opinión:

 

Marcos (Pedro) y Juan comienzan sus evangelios siendo Jesús adulto; pero Mateo y Lucas (Pablo) inician los suyos, incluso antes del nacimiento de Jesús. Pese al tiempo transcurrido entre uno y otro, los relatos de Mateo y Lucas (Pablo) coinciden: Jesús desciende de David; y María, virgen, concibió sin relación (por mandato del Creador) antes de convivir con José, su esposo. Este (que ignoraba la razón del embarazo) no quiso denunciarla; pensó repudiarla en privado. Tras un sueño, José conoció la verdad, y aceptó a María. Todo esto sucedió, señala Mateo, según la profecía: “He aquí que la virgen concebirá un hijo al que llamarán Emmanuel, que significa Dios con nosotros” (Isaías 7).
Mateo, conocedor de las tradiciones, muestra como el Mesías desciende de la estirpe de David (lo abrevian como "hijo de David"). Enumera: ABRAHAM/ Isaac/ Jacob/ Judá/ Fares/ Esrom/ Aram/ Aminadab/ Naasón/ Salmón/ Booz/ Obed/ Jesé/ DAVID/ Salomón/ Roboan/ Abía/ Asá/ Josafat/ Joram/ Ocías/ Joatam/ Acaz/ Ezequías/ Manarés/ Amós/ Josías/ Jeconías/ Salatiel/ Zorobabel/ Abiud/ Eliacim/ Azor/ Sadoc/ Aquim/ Eliud/ Eleazar/ Matán/ Jacob/ José/ JESUS.
Sabemos por Mateo que José desciende de David; pero no existió relación carnal en la concepción de Jesús. Se dice que María desciende de David por parte de padre y de Aarón por su madre (sangre de reyes y sacerdotes). En todo caso, poco importa si fue por José o por María; es Jesús (que nunca miente) el que confirma su ascendencia davídica en este mismo pasaje. Al Poder (al Destino), nada es imposible.
 
Estando reunidos los fariseos, Jesús les preguntó: ¿Qué os parece del Mesías? ¿De quién es hijo?". Contestaron: "de David". Les vuelve a preguntar Jesús: "Pues ¿cómo David, con inspiración, lo llama "mi Señor" (al Mesías) cuando dice: Dijo el Señor (el Padre) a mi Señor (el Mesías); siéntate a mi derecha hasta que ponga a tus enemigos debajo de tus pies. Si David lo llama Señor (al Mesías), ¿cómo es que es su hijo?" (Jesús les estaba recordando el Salmo 109 de David, en el cual profetizaba sobre el Mesías; su futuro descendiente).
 
¿Quién es el Mesías del que hablaba David? Jesús lo dijo:
1 (Mateo16) ¿Quién decís que soy Yo? Respondió Pedro: Tú eres el Cristo, el hijo de Dios vivo.
- Bienaventurado eres, Simón, le respondió Jesús, porque no te lo ha revelado la carne y la sangre, sino (el espíritu santo de) mi Padre celestial.
2 (Mateo26) En casa de Caifás: "¿Eres el Cristo, el Hijo de Dios?". Respondió Jesús: "Tú lo has dicho; y os digo que un día veréis al Hijo del hombre sentado a la derecha del Poder; y venir sobre las nubes del cielo".
3 (Mateo27) Pilatos: "¿Eres el Rey de los judíos?"; "Tú lo dices", respondió. "Los judíos", entre comillas, son aquellos humanos que, con independencia de raza u origen, agradan al Padre: misericordia quiero y no sacrificio (convidados). Aunque, los primeros en hacerlo (como Abraham) vivieran, en efecto, en aquellas primeras tribus. Pero quienes les guiaron (y les guían), les fueron desviando del camino: "el Reino de Dios se os va a quitar, para darse a un pueblo que entregue sus frutos”. Así, en Mateo 21 y 22: habla de "labradores asesinos" a los que se les va a quitar la viña; así como a los convidados "de los caminos" que sean indignos.
 
Por boca de Jesús, sabemos que él es el Cristo, el Hijo de Dios vivo; su Unigénito; y que es el Rey de "los judíos"; su señor. Esto encaja con la predicción de David, pues siendo Jesús el Mesías, es su hijo/descendiente; y es al tiempo su Rey en la (otra) Vida; y por tanto "su Señor". Jesús es Rey (señor de los elegidos) porque “el Señor”... de todo/s (Jesús incluido), el Padre; así lo dispone.
"Mis ovejas oyen mi voz; las conozco y me siguen; les doy la vida eterna, y no perecerán jamás; nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre, me las dio; es mayor que todos (un solo Dios), y nadie puede arrebatarlas de la mano de mi Padre (omnipotente). Yo y mi Padre somos una cosa..." (identificación total entre el creador y su perfecta creación).
 
El espíritu santo del Padre, del que todos venimos inocentes, dejó en María la semilla de la estirpe de David, para que todo se cumpliera. Una cosa es la carne y sus leyes; y otra, la voluntad del que las creo. Esta anomalía “imposible”, como todas las que realizó Jesús, respaldan cuanto dijo. Y cuanto dijo, respalda esos milagros. No sirvieron (como sacrificio) para el castigo o la venganza (o sea, en las antípodas del odre viejo pseudo mosaico de la Elite). Jesús es la luz, la Revelación: “misericordia quiero y no sacrificio”. El “odre viejo” no es el mensaje, es un popurrí de despropósitos (de sacrificios) con algunas claves. Con todo, entre los doce testigos, uno le traicionó; y otros, como Tomás, no dieron crédito cuando Jesús resucitado, le instó a que metiera el dedo en la llaga. “Dichosos los que creen sin ver" (si eso les pasaba a los Apóstoles...)
 
El mundo rebosa patrañas y charlatanes; pero una sola vez estuvo “el anunciado” con nosotros. Se dieron entonces tantas anomalías en las leyes naturales; que el eco de lo sucedido en ese rincón de la historia (cuando solo existía el boca a boca; y la distancia y el tiempo se multiplicaban, aislando de por vida) ha trascendido... “para los restos”; y a cada rincón de la tierra. Muchos que vieron, no creyeron; y así lo dijo Jesús (¿qué esperar hoy, cuando "la carne", el materialismo que nos envuelve, insiste en adulterar aquello; convirtiéndolo todo en leyenda, ante el imposible de ocultarlo?). Aquellos milagros eran para extender el mensaje “como la pólvora”; en el medio más hostil; aunque el verdadero valor del mensaje (lo que le hace eterno) es su esencia sencilla y verdadera. Nueva en el mundo entonces, e insuperable. Motivo de continua adulteración (como sucedió tras Moisés).
 
"Muchas obras buenas os he mostrado del Padre: ¿por cuál de estas obras queréis apedrearme?" O sea que, muchos no solo no creyeron después de ver milagros misericordiosos, sino que pretendían apedrearlo, y le decían que venían del diablo. "Yo no tengo demonio, sino que honro a mi Padre, mientras que vosotros me deshonráis a mí." Ante el Padre, pues soy humano como vosotros: "Perdónales, porque no saben lo que hacen". Es la historia de Caín y Abel. La historia de siempre. Desde siempre; (nazis) clásicos incluidos (Sócrates, Aristóteles, Disraeli y su socialismo, Hitler); se da crédito a los que predican contra quienes consideran inferiores, para mejorar la especie. Es la historia interminable del sacrificio (por muchos milagros y buenismos que vayan contando por ahí de esos señores todos sus poderosos medios). Jesús, milagros aparte (que es lo menos importante); plantea la verdadera cuestión humana (diferencial).
 
Los agnósticos se burlan de milagros, como la concepción de María virgen. Cuanto más egoístas se vuelven los pueblos, más incrédulos se vuelven, porque sin freno, cada cual quiere engañar al otro, y la gente termina por no creer en nada ni en nadie. Pero creen, sin embargo, en las reiteradas mentiras que aparecen en una pantalla. Esa es la profunda soledad que se experimenta en esta sociedad tecnificada (progre… retrograda), donde las máquinas, motivo de deseo; sustituyen afectos por egoísmo egocéntrico: el anticristo, la involución.
"Venid a Mí todos los que estáis apenados y sobrecargados, y os aliviaré. Tomad sobre vosotros mi yugo y aprended de mí, porque soy manso y humilde de corazón; y encontraréis alivio para vuestras almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera". El cristianismo enseña que las cosas que nos atan a este mundo, nos separan del amor al prójimo.
 
En esta sociedad progre con su "viejo" Novus Ordo Seclorum, son los más débiles (para variar) los que llevan la peor parte, las víctimas; siendo, para más inri “la mayor arma” (seducidas masas encolerizadas) de quienes les desprecian y manejan en la sombra (como diría Disraeli). Echando esos "perros", mediante retorcidas estrategias, a quienes les estorban (con independencia de su catadura; pero siempre empezando por el primer cristiano que pase por ahí).
“Todo el que hace el mal, odia la luz (…) Pero el que obra el bien viene a la luz… para que TODOS (lo) vean…”: Masones caraduras, se inventaron (o mejor dicho, les inventaron) la luz dudosa de la lechuza; la de (UNOS CUANTOS) elegidos (siempre coincide que son ellos). La enésima forma de imponer (en la sombra) por la fuerza gracias al "oro" de sus amos, que (casi) todo lo puede aquí. Es la ley natural de las bestias, del Príncipe de este mundo, de los nazis de cualquier antítesis; izquierdas o derechas. La fuerza del oro que compra las voluntades (la que descarga el piolet, firma la ley o la sentencia, aprieta el botón, arroja la bomba, corta, envenena, o escandaliza en las aulas o los estrados); que sume en la ignorancia (la mentira y la media verdad interesada) al pueblo; y en la (necesaria) necesidad (provocada), para poder sublevarlo; favoreciendo sus intereses ocultos; pues a más ignorante y engañado (está probado que controlan todos los medios de educación/comunicación); es mayor la facilidad de controlarlo (temed más a los que os pueden dañar cuerpo y alma). Lo sugirieron los nazis clásicos; lo practicaron los neoclásicos (al pueblo le basta con ser instruido en el serrucho), y lo hizo dogma el anglo sionismo y sus masonerías (las antítesis) propias y teledirigidas. Clímax que alcanzaremos por culpa de la Elite usurera que, en el fondo, no cree en nada; y menos en su dios (pseudo mosaico "a la carta"; fanfarrón, vanidoso y vengativo); el de los sacrificios; tan solo cree en su racismo patológico y en su bolsillo. Hace tanto que engañan y se engañan... El Malo a la élite usurera, esta a los pseudo mosaicos (estos a quienes se dicen judíos) y a sus antítesis masonas (estas a los "malos convidados de los caminos"):
“El padre del que procedéis es el diablo. No hay verdad en él, porque es el padre de la mentira”.
 
Pero volviendo a la cita evangélica, en torno al Mesías del que habló David. ¿Qué más podemos saber de él, ateniéndonos solo a sus palabras? (LUCAS12/MARCOS3) Jesús mismo, exprofeso y reiteradamente, nos marca diferencias entre él y el Padre: "...a todo el que diga una palabra contra el Hijo del hombre, le será perdonada; pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo (del Padre), no se le perdonará...". Y otra (Marcos10): "Solo uno es el Bueno". Y otra (JUAN8): "El que me ha enviado está conmigo; no me deja solo, porque yo hago siempre lo que le agrada". Y otra más: "es mi Padre el que obra". E insiste: "Si yo me glorifico a mí mismo, mi gloria nada vale; quien me glorifica es mi Padre, el que vosotros decís que es vuestro Dios". En esta última frase Jesús deja claro que solo el Padre es realmente "al que llamamos Dios". Resulta evidente que Jesús no desea ser venerado como Dios, porque no lo es (aunque sea uno con el Padre). Quiere dejar muy claro, que hay que diferenciarles, pues la diferencia entre UNO y otro; entre el Padre y su Unigénito es infinita (Jesús es el que mejor sirve al Padre, a Dios). El espíritu santo del Padre siempre está en Jesús (mi Padre y yo somos una cosa); pero Jesús no es el Padre; no es "el que nosotros llamamos Dios". Jesús no es el Creador, sino que fue el creado. No es el Poder; su poder es el que el Padre le otorga: "es mi Padre el que obra". Está a la derecha del Poder (más cerca que nada ni nadie; tanto que se confunden). El Padre puede estar en/ser Jesús, pero Jesús no puede ser el Padre.


Jesús es uno con el Padre, porque el espíritu santo del Padre está siempre en él (porque Jesús hace siempre lo que le agrada); y él, Jesús, está en el Padre; porque forma parte de EL, de su creación... en él se complació). La comunión es perfecta; el Padre lo quiso así... es su predilecto, su Unigénito. El Padre no tiene principio ni fin, Jesús tiene principio (“estoy antes que Abraham”). El Padre es absolutamente bueno, Jesús no (solo Uno es el bueno, afirmó; negando que él lo fuera absolutamente, cuando le llamaron maestro bueno). La perfección de Jesús es la que el Padre le da (es mi Padre el que me glorifica). El Padre es el que obra, el que (por petición de su hijo, que es su deseo) hace milagros. El Padre es "el Señor"; y Jesús sería "mi Señor", si yo o cualquiera (como David); fuéramos dignos de estar algún día en su reino, en la Vida (el Padre le dio esas ovejas, es mayor que todos... solo puede haber un dios: el Padre). Aunque para David haya dos señores, para Jesús también hay un señor; el Señor.
 
Jesús con el “Padre nuestro”, nos enseña a rezar al Padre, como hace él. Muchos cristianos ya han perdido el norte (si es que alguna vez lo tuvieron); olvidan a quien rezaba Jesús, y a quien nos pidió que le rezásemos en el Padrenuestro. Hay que hacer caso a Jesús y diferenciar. Ver a Jesús por todas partes identificándolo con Dios, es muy fácil, dadas las numerosas representaciones; por ninguna del Padre (ni las quiere). Es difícil rezar a una paloma, a una nube o a una zarza ardiente; pues el Espíritu Santo (del Padre) puede está en todo. Hay que hacer ese esfuerzo de abstracción, y rezar al Padre bueno, que, en espíritu (santo) escucha a cada cual en lo escondido de su espíritu, de su pensamiento (cuando está limpio); como escuchaba a Jesús aquí. Hay que rezar al Poder; como Jesús nos enseñó; por ejemplo, para darle las gracias por habernos enviado a Jesús.
 
Hablando del Mesías, descendiente de David, se dice que es la segunda persona. En ningún lugar de los Evangelios, habla Jesús de tres personas en una sola. Habla del Espíritu Santo... pero santo es aplicable (como absolutamente bueno), solo al Padre. Santo es una palabra, como amor, que de tanto usarla se ha adulterado. Solo el Padre es Santo (ni siquiera Jesús). Es el espíritu santo del Padre el que desciende sobre algunos. "Quien hable contra el Hijo, será perdonado; pero quien blasfeme contra el Espíritu santo, no se le perdonará": es el Padre.
Jesús es uno con el Padre, porque así lo quiere el Padre. Porque es su predilecto y siempre obra sirviéndole. Porque fue creado así "antes que Abraham".

"El que me ha visto, ha visto al Padre. El que me ha escuchado, le ha escuchado... "; "es el Padre el que obra": el Padre no tiene forma, porque tiene todas: el Padre es toda la energía que existe, que es. Eligió a Jesús para estar con nosotros, y a la zarza para dirigirse a Moisés. Fue la nube en la Transfiguración. Es el Poder, el Todo, el Destino; es Dios; bendita sea su memoria. 
 
Buceando en el peligroso terreno de las conjeturas (cábalas), ¿cómo se entiende la Santísima Trinidad? cabría pensar que, si la unión Padre-Hijo es perfecta en el Padre; puede afirmarse que ambos son uno idénticamente (por deseo del Padre): “el verbo (la Voluntad, el Poder, la Energía) se hizo carne (se materializó), y habitó entre nosotros”. O sea, el espíritu "santo" del Poder, habitó (en lo escondido) de su predilecto humano, Jesús. “Unigénito”; por ser el único ser que fue creado así: perfecto (porque el padre lo es y desea que su predilecto lo sea; por eso el espíritu santo del Padre siempre está/es él) y con libre albedrio. La santísima trinidad es santa (perfecta), porque el espíritu santo del Padre lo es.
 
Aun siendo el Padre infinito, su espíritu santo puede estar en cualquier persona, animal o cosa (aún en la más pequeña), porque el espíritu no ocupa lugar. Y es/está en Jesús, como Jesús afirma. Aunque en su “humana agonía”, en su último aliento; el Hijo llegase a dudar de su fiel compañía; demostrándonos que, aunque son uno, no son el mismo ser; pues son uno cuando el Padre quiere, no cuando Jesús quiere. El cerebro humano de Jesús cuando su cuerpo humano colapsaba, dudó; pero el Padre nunca le abandonó.
Jesús llama hijos del diablo a quienes hacen la voluntad el Príncipe de este mundo (tamiz entre el trigo y la cizaña). Y son dignos de llamarse hijos del Padre, aquellos que hacen su Voluntad. Jesús, al aplicar el término "hijo", no se refiere a la carne, a la materia, a cosas de esta vida.
 
Si el Padre, “el Poder” (“que tiene muchas moradas”) es el todo absoluto; la nada absoluta nunca existió. Solo EL es el único ser singular que es, que existe; y es además capaz de crear otros. No caben dos o más así, pues siempre uno será origen de otro (“es mayor que todos”). El Padre siempre existió pues no fue creado, ya que, de haberlo sido, otro sería el Padre. Al no ser creado: está/es (indefinidamente). El Padre es ajeno al tiempo; espacio y tiempo solo tienen sentido (en el)/(por deseo del) Padre. Tal ser, que no se manifiesta (salvo en contadas ocasiones); es difícil de aceptar, pero la prueba irrefutable de su existencia es la nuestra propia; ya que “somos”, sin ser capaces de crearnos ni de crear nada de la nada; estamos aquí sin saber cómo, ni por qué. Paradójicamente, la nada, tan fácil de aceptar; no existe (porque existimos; porque EL existe). Peligrosas divagaciones (como la historia ha demostrado), en manos del cesar de turno; que por suerte no afectan al verdadero y sencillo mensaje (del que "le envió"). Conjeturas, cábalas que, si se revisten de soberbia "suficiencia" humanística, verdaderas o falsas (que nadie lo sabe aquí); pueden terminar adulterando el Mensaje; negándolo. Algunos "padres de la Iglesia" cavilaron que el Espíritu Santo es una persona, un ente "distinto"; no digo que no ni que si; pero Jesús no dijo nada parecido. Cavilaron que Jesús, como el Padre, (al ser uno con él) es eterno; o sea, sin principio ni fin... pero, Jesús nos dice que "está antes que Abraham"; y ese "antes que" implica un principio (sin fin). Jesús fue creado por el Padre. Quizás (y es una conjetura más), su primera creación. Así en el citado salmo 109.3 (Vulgata latina a la vista de los textos originales griego y hebreo) dice el “inspirado” David respecto al Mesías: "Contigo el principado el día de tu nacimiento en esplendor de santidad antes del lucero, como al rocío, te engendré" (...te engendré…).
 
Para escribir sobre el Evangelio, hay que basarse tan solo en las palabras de Jesús (entre líneas para, sacadas de contexto, comprobar su validez atemporal); pero si están por triplicado, mejor. Es inmediato hacer cábalas; echar a volar la imaginación; pero es muy malo creérselas; y peor aún imponerlas a los demás; con independencia de su validez o falsedad (indemostrable, ni se precisa). Si necesitáramos conocerlas en esta vida; Jesús lo habría dicho. Además, la probabilidad de acertar es muy remota, y la de errar, extremadamente elevada. Al ir deduciendo sobre ellas (hacer cábalas), se acumula error sobre error, y al final es una montaña. Tal montaña sirve de argumento para múltiples despropósitos, pues en ella todo cabe: son preceptos de hombres (como el odre viejo). Solo valen las palabras del Hijo, del Padre; sus obras; lo que dejó bien claro. Mejor es dejar las dudas e inventos en cuarentena por el resto de nuestra (esta) vida. Lo mismo propias que ajenas; las cábalas, las conjeturas, que inevitablemente se suscitan, deberían sujetarse en todo caso al mensaje claro y conciso de Jesús; y no contradecirlo. Al mantenerlas en el tiempo; nunca hay que perder de vista lo que son... tan solo conjeturas con una elevada probabilidad de error; por arraigadas que las tengamos en nuestro interior. Hay que tener presente que escandalizar con ellas es una constante; han servido para enfrentar y dividir; y pueden ser fácilmente, espejismos que desvían del camino. Por eso, todo lo dicho aquí (salvo las palabras de Jesús) es solo opinión, conjeturas, que no deben tomarse sino como mero incentivo a la reflexión. Que cada una será de cada cual.
 
Para quien antepone las cábalas al mensaje, y las dan por ciertas según convenga; también hay una respuesta de Jesús: (Juan3) Si no entendéis las cosas de esta vida, como pretendéis que entre en las cosas de la otra; vino a decir Jesús al presunto entendido (y aun así, algo nos contó: en la Vida no habrá distinción de sexos, sino que los elegidos serán iguales como ángeles).

​

​

​

​

​

​

​

bottom of page