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XXV

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¿Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes, que tomaron sus lámparas y salieron al encuentro del esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco prudentes. Las necias tomaron sus lámparas sin haberse provisto de aceite; en cambio, las prudentes tomaron aceite en vasos juntamente con sus lámparas. Como el esposo tardase, todas sintieron sueño y se durmieron. A media noche se oyó un grito: ahí está el esposo, salid a su encuentro. Entonces se levantaron todas aquellas vírgenes y prepararon sus lámparas. Y las necias dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite, que nuestras lámparas se apagan. Pero contestaron las prudentes: A lo mejor no basta para nosotras y vosotras; mejor es que vayáis a los vendedores y compréis para vosotras. Mientras se fueron a comprar, llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete nupcial y se cerró la puerta. Después llegaron las otras vírgenes y decían: Señor, señor, ábrenos. Mas él respondió: En verdad os digo que no os conozco. Vigilad, porque no sabéis el día ni la hora.

 

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Mi opinión:

Jesús se refiere a una costumbre de la época que le sirvió de ejemplo. Aunque esa costumbre ya no exista, el fondo del asunto es atemporal: cumplir cuesta; supone un esfuerzo de voluntad no solo físico, sino también mental. Así, el Reino de los Cielos requiere esforzarse por entender como Jesús (el Padre) aplicaría su evangelio en el día a día de cada cual, y en la situación irrepetible de cada uno. Cuáles son las líneas rojas, teniendo en cuenta que sus palabras no son relativas. No vale la típica y ya vieja monserga del clero, de la sociedad adulterada : ir con los tiempos; adaptar el evangelio a los tiempos (cambiantes): Mentira; son los tiempos los que deben adaptarse al evangelio siempre para un cristiano; y quien no quiera serlo, sin problema; pues que no lo sea; no hay que obligar a nadie, pues hacerlo no sería cristiano; sino todo lo contrario. Habló Jesús del pequeño rebaño, que escucha antes a su corazón que al clero acomodaticio; que valora más la cantidad que la calidad, abriendo las puertas del templo a todos de par en par y cerrando otra más importante. Las modas, las ideas, las costumbres, el pensamiento dominante; ese ir con los tiempos, lo imponen (como dijo Marx) las élites dominantes a través de sus siervos y lacayos complacientes (sean conscientes o no de ello); o sea, el cesar de turno. Ellos dirigen y controlan con sus medios las debilidades sociales en su beneficio, y arrastran a la débil y complaciente iglesia oficial, sin convicción, sin fe auténtica, que no desea perder fieles (y desea convivir con, sobrevivir al... el cesar de turno; si no les puedes, únete a ellos); perdiéndose así a sí misma, y a los que arrastra.
Los que no nos comprometemos lo suficiente, lo tenemos difícil. A veces ni siquiera la buena intención basta. Así, a las diez vírgenes se les suponía buena intención; pero hay que prevenir: prestar atención y estar vigilantes, además de esforzarse por entender, para saber discernir la tentación, para vencerla o evitarla; y no dejarse llevar por lo que haga el vecino, o el resto (por el rebaño); o por la ley del mínimo esfuerzo.
 
Más sabe el diablo por viejo que por diablo; pero en todo caso, siempre es mucho más listo y testarudo que nosotros; sin la fe suficiente que nos mantenga alerta y pensando, solo somos marionetas en sus manos; incluso advertidos, solo con la ayuda del Padre, que hemos de solicitar a menudo, y nuestro esfuerzo personal, cabe alguna posibilidad de éxito. El que tiene varios talentos debe rendir de acuerdo con lo recibido; o intentarlo sinceramente. Todas tenían buena intención, pero las necias vieron desde el principio que las otras llevaban aceite, así que su descuido no fue debido a un olvido, sino a la pereza debida a su falta de voluntad, de convicción, de fe: por su escaso amor al esposo. No se molestaron (no estaban motivadas) en utilizar su inteligencia (sus talentos) y se dejaron llevar por la ley del mínimo esfuerzo, que por compartido, parecía incluso más razonable, pues se veían más listas al ahorrarse la molestia de cargar con el vaso de aceite (dos cosas). Las prudentes volvieron a dar muestra de su inteligencia (fruto de su deseo, de su voluntad) al negarse a compartir su aceite; no por maldad, sino por necesidad, en previsión de que les faltase.
Lo que pretende decirnos Jesús (el Padre), es que, si se nos ha concedido una inteligencia, debemos utilizarla (para el bien, no para el mal). Utilizarla para el mal, está mal; y no utilizarla (no vigilar, prestar atención; no esforzarse en pensar, no prevenir discerniendo de acuerdo con nuestra guía: el Evangelio, cual es la respuesta adecuada en cada situación) también está mal, y demuestra falta de decisión, de convicción, de fe en la Verdad. Hoy hay muchos, la mayoría, que, por no pensar, se dejan llevar por los hábitos sincréticos Novus Ordo anticristiano del lacayo masón Bergoglio y los suyos (por la inercia de obedecer, de seguir las tradiciones por encima del esfuerzo de entender, escuchar la Palabra); y por los que hablan en nombre del cristianismo desde los infiltrados medios de comunicación; del poder; desviando, escandalizando más o menos conscientemente. Creen estar haciendo bien simplemente haciendo lo que hacían sus padre, lo que les enseñaron, a seguir una sotana parlante; sin darse cuenta de que están sirviendo al Malo; de que les están cambiando poco a poco sin que lo noten; a veces muy lentamente entre generaciones; aunque hoy todo parece precipitarse. Esto viene de lejos, antes de que el mal ocupara el solio pontificio. Cabe preguntarse cuando la sociedad cristiana comenzó a admitir, negando a Jesús (al Padre) el divorcio; por no hablar del genocidio abortista. Nos escandalizaría saber hoy hasta donde ser llegará más tarde. La adulteración comenzó ya en vida del Mesías, hoy ya es devastadora. Hito fundamental fue cuando la iglesia admitió, justificó el uso de la espada; apartar la mejilla; aunque fuera, no para imponerse, sino para mantenerse viva. El Ejemplo, estaba y está nítido: Nada edificado sobre la mentira es perdurable.
 
Es difícil ser bueno, incluso intentándolo; hay que esforzarse en no quedarse en lo aparente, en la superficie; pues la tentación muchas veces está oculta ante nuestras narices. Cuando en el Padre nuestro le pedimos al Padre: "no nos deje caer en la tentación..."; deberíamos pensar algo así: ayúdenos a discernir la tentación (el bien del mal); ayúdenos a vencerla, y si es posible, a evitarla; y muy importante: ayúdenos a estar atentos para descubrirla y que no nos pase desapercibida, que no nos sorprenda, como a las vírgenes. Hemos de preguntarnos, más allá de lo que se lleve, si necesitamos "un vaso de aceite extra", o no; porque muchos no lo llevan y otros si. Deberíamos preguntarnos por qué Lefebvre denunció la infiltración masónica en la Iglesia y fue excomulgado, porque nada se publicó de sus razones, denunciando a los lacayos masones; porque aquel periodista italiano que publicó la lista fue asesinado, etc. No hay que dejarse llevar, hay que pensar por uno mismo. Por qué el exabrupto de Benedicto da paso libre a un pseudo jesuita progre masón que abraza abiertamente el viejo Novus Ordo globalista anticristiano, etc. El Malo engaña a las masas y ni lo vemos.
Así, esta parábola de Jesús aparentemente simple, tiene un gran trasfondo. En estos días en que la adulteración cristiana arrecia, muchos curas, párrocos, misioneros de buena voluntad, etc.; están sirviendo "al masón" (lacayo de la Elite de turno, Talmúdico Usurera Anglo Sionista: hijos del Malo); sin buscar el camino en su inteligencia, se dejan llevar por su fe ciega en sus superiores: se convierten en ciegos que guían a otros ciegos... vosotros decís, ¡vemos!; vuestro pecado permanece. Lefebvre dijo: No. Les dirá Jesús (como el esposo): En verdad os digo que no os conozco. Con toda su "buena voluntad", se rindieron; se dejaron llevar, sin pararse a pensar (en el aceite) en la Palabra. Esa sumisión social al viejo Novus Ordo Seclorum anticristiano de los labradores arrendatarios asesinos de turno, demuestra falta de fe verdadera en la Verdad, en el Padre (en el Evangelio u Odre Nuevo).

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Como un hombre que, al partir de viaje, llama a sus propios siervos y les confía sus bienes. Y al primero da cinco talentos, al otro dos, al tercero uno. A cada uno según su capacidad; después se marcha. Luego, el que había recibido cinco talentos se puso a negociar con ellos y ganó otros cinco. De la misma manera el que había recibido dos, ganó también otros dos. Pero el que había recibido uno sólo hizo un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor.
Al cabo de mucho tiempo viene el señor de aquellos siervos y les pide cuentas. Se presenta el que había recibido cinco talentos y ofrece otros cinco, diciendo: Señor, me entregaste cinco talentos, mira otros cinco que he ganado. Dícele su señor: ¡Bien!, siervo bueno y fiel; fuiste fiel en lo poco, yo te pondré al frente de lo mucho; entra en el gozo de tu señor. Se acercó a su vez el de los dos talentos, y dijo: Señor, me entregaste dos talentos; mira otros dos que he ganado. Dícele su señor: ¡Bien!, siervo bueno y fiel; fuiste fiel en lo poco, yo te pondré al frente de lo mucho; entra en el gozo de tu señor. Se acerca el que había recibido un talento y dice: Señor. sé que eres hombre duro, que quieres cosechar donde no has sembrado y recoger donde no has echado; por temor fui y oculté en la tierra tu talento: ahí tienes lo tuyo. Contestóle su señor: Siervo malo y perezoso, sabías que quiero cosechar donde no sembré y recoger donde no eché. Debías, pues, haber llevado mi dinero a los banqueros y a mi vuelta habría recibido lo mío con rédito. Quitadle, pues, el talento y dadlo al que tiene diez talentos. Porque a todo el que tiene se dará y abundará, y al que no tiene se le quitará aun lo que tiene. Y al siervo inútil arrojadlo a las tinieblas exteriores; allí será el llanto y el crujir de dientes.

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Mi opinión:

Un hombre se ausenta... el Padre, que no está en este mundo (sino en espíritu); en aquellos que le conocen y quieren.
Llama a sus siervos y les confía sus bienes... los bienes; los talentos; son el grano, pero está mezclado con la cizaña en este mundo: que es el tamiz que los separa. "Es mucha la mies y pocos son los obreros" (los siervos), porque los labradores renteros a quienes se confió en principio la cosecha resultaron asesinos, y fueron despedidos; (el liderazgo espiritual) "se os va a quitar a vosotros, para darlo a un pueblo que dé sus frutos"; les dijo en el templo a la Elite pseudo - mosaica de turno); por lo que los siervos del SEÑOR han de buscar en los caminos la mies del Padre; la fe en el Padre; en la Verdad. Los siervos que buscan en los caminos son ese pueblo que debe dar sus frutos; son, somos cada uno de los que creemos en Jesús, en el Padre. Debemos multiplicar la fe que recibimos del Padre (mediante el Hijo); recoger almas para su salvación. Las almas predispuestas, llamadas a la misericordia, son la mies, el trigo (las predispuestas al sacrificio, son cizaña), pero necesitan de la fe para dar sentido a su existencia. No basta la bondad; hace falta la fe para trascender en el Creador. A la fe se llega a través de Jesús, de su palabra (Evangelio: modo de vida); que es la del Padre; y con ella podrán ser llamados hijos de Dios. Rentabilizar la fe que se nos ha dado, es extenderla entre los llamados (la buena gente), para que sean elegidos (recoger mies). A quien se concedió mucha fe, la multiplicará mucho; y quien tiene muy poca, se la guardará para sí. Quien conociendo su responsabilidad de cristiano se esconde por pereza; o por miedo en tiempos difíciles; guardándose su fe (sus talentos o monedas); la certeza que le fue concedida para sí; ese decepciona a Jesús, a su Señor; y al Creador, al SEÑOR.
 
Los talentos eran dinero, algo con valor; y lo que se pretende con ellos es multiplicarlo, rentabilizarlo. Es conseguir más dinero, más valor. ¿Qué valora el Padre? Misericordia quiero y no sacrificio. El Padre no espera nada de los animales inferiores que no sea propio de su instinto natural; ellos están limitados por su instinto genético: su existencia está basada continuamente en el sacrificio. Pero del humano, espera mucho más que su instintiva herencia animal. Así, procreación y supervivencia son dos premisas genéticas innatas. Jesús, el Padre; dejó muy claro que la vida importante no es esta; la utilidad de esta vida es ganarnos la vida eterna en el Padre. Muchos perderán esta para salvar la eterna; anteponiendo la fe y la misericordia al instinto de supervivencia, al sacrificio al que nos aboca esta vida/mundo continuamente; y muchísimos perderán la eterna por salvar esta (o la de un ser querido); dejándose llevar por el instinto de supervivencia animal. Hay que rechazar el sacrificio del débil, la selección natural del más fuerte (hay que negar a este mundo/vida), mediante el libre albedrio, que nos permite negar el instinto cuando va contra la fe (contra el débil, contra el prójimo... contra nuestros hermanos, el resto de los humanos: contra el Padre); contra la convicción de que la misericordia es del Padre, y el sacrificio, inseparable de este mundo, es del Malo. Evidentemente la fe, la certeza (absoluta), está en las antípodas del relativismo ateo (invento conveniente del poder terrenal para justificar continuamente el sacrificio del sometido).
El siervo bueno debe usar su inteligencia y voluntad, movidas por su fe, para multiplicar esa fe, el Reino de los Cielos. Quien (como las vírgenes perezosas) no emplea su inteligencia y voluntad (por falta de fe que las mueva) para buscar la misericordia (evitando el mal, la tentación, el sacrificio); cuestionando, discerniéndo... de poco le servirá su poca fe (su talento enterrado). La poca que se le concedió se le quitará. Y la fe no se aprende, ni se compra, ni se estudia; simplemente llega o no llega; es una conclusión, convicción intima. Es como el amor; cuando se tiene, se sabe. Quien no lo ha sentido, no lo entiende ni comprende (ni lo acepta). La fe es un convencimiento profundo, que ni aun queriendo, puede uno negarse. Por el otro extremo, uno puede repetirse un millón de veces que cree; puede desearlo mucho; puede ser un modelo de conducta; y sin embargo, sabrá muy bien que, en realidad, no cree. Aunque, quizás no se rinda y, quien sabe... (sino el Padre). Si; Jesús es el Cristo, y su mensaje, el de nuestro Creador.

 

Es probable que ningún tiempo sea tan difícil para un verdadero cristiano como esos últimos días que profetizó Jesús; en los que finalizado el tiempo de las naciones, un imperio global basado en el mal; en el sacrificio asociado a la ley del más fuerte, ley de la darwinista, maltusiana selección; se adueñe de este mundo: "con el crecer de la maldad, se enfriará la caridad de muchos". Tiempo donde solo abundará la cizaña descristianizada por el adoctrinamiento global generalizado y desatado de los medios y la educación; donde algunos elegidos perseverantes y perseguidos, seguirán multiplicando su fe (sus talentos) a escondidas, en las catacumbas (por muy tecnológicas que estas sean, como empezó terminará) pues el evangelio prevalecerá hasta el fin, y en honor de los cuales se abreviarán las penalidades de la Tribulación final/sin igual.
Los Protocolos de la Elite Talmúdico Usurera Anglo Sionista pretenden, y llevan camino de conseguir tarde o temprano, un imperio esclavista comunista global; de grandes masas proletarias descristianizadas (arrojadiza escoria Disraeli). No parece muy extraña esta situación respecto a lo anunciado por Jesús y Daniel. En todo caso, la devastación está presente, reste el tiempo que reste. Parece que el sincretismo masónico de Bergoglio creado y financiado por la Elite usurera, perseguirá a la verdadera fe hasta las catacumbas de nuevo. La enésima falsa iglesia-secta pseudo cristiana, esta vez con Vaticano incluido, será la oficial masónica atea. Ese buenismo, esa falsa bondad hipócrita, y en todo caso carente de verdadera fe; es relativa, mudable, interesada: otra mentira perversa. Los lacayos ateos (masones) son tontos (soberbios presuntuosos) útiles. Los destinados a sembrar odio, escoria Disraeli, son tan despreciables o más que sus amos, los labradores asesinos. Muy probablemente, la élite usurera pseudo mosaica será responsable última de la mayor y definitiva tribulación. La devastadora capacidad de generar el mal de esta secta; es reflejo de la capacidad individual para generar maldad en cada uno de sus integrantes: Labradores asesinos; carentes de empatia a fuer de acallar sus conciencias con avaricia y sed de poder; buscando una y otra vez fines relativos "convenientes" que justifiquen sus atrocidades.
 
La guía es el Evangelio. El mundo va cambiando y la tentación va cambiando de máscara, de formas; alejándose del Evangelio; pero el buen cristiano ha de ver, y ha de hacer ver el error. El cristiano que se esconde, guardándose su fe; lo que ve, para sí; niega a sus hermanos la posibilidad de la salvación.
Creo que no es casual el que Jesús relatara esta parábola tras la de las esposas vírgenes. Y que ambas, las dijera en torno al relato del negro futuro: Frente a la abominación de la desolación presente hasta la gran tribulación, tras la muerte del Cristo (Daniel); hará falta de mucha fe (tal vez ya hace falta) para perseverar con éxito; esto es: no solo buscando nuestra "mezquina", propia salvación (ese talento escaso); cual siervo malo y perezoso (¿y cobarde?); sino la de (en base a la fe de cada cual) el mayor número posible de hermanos. Hoy, menos que mañana, se multiplican los que dudan; dispersos, confusos, abrumados por las mentiras generalizadas. Quienes han recibido la gracia del don de la inteligencia y la perseverancia, deben transmitir su fe (un don infinitamente mayor) en el Reino de los Cielos (del Espíritu); el Evangelio, si o si; en la medida de todas sus posibilidades. Justo lo que las masonerías, carentes de fe (sino en el propio YO) ; lacayos de la Elite Talmúdico Usurera Anglo Sionista Disraeli Rothschild, no consentirán.
 

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Cuando venga el Hijo del hombre en su gloria y todos los ángeles con él, se sentará sobre su trono de gloria, y se reunirán delante de él todas las naciones, y separará a los unos de los otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos, y colocará las ovejas a su derecha y los cabritos a la izquierda. Entonces dirá el rey a los de su derecha: Venid los benditos de mi Padre; entrad a poseer el reino que os está preparado desde el principio del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer; tuve sed y me disteis de beber; fui peregrino y me hospedasteis; estuve desnudo y me vestisteis; enfermo y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a Mí. Entonces le dirán los justos: ¿Cuándo, Señor, te vimos con hambre y te dimos de comer, con sed y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos peregrino y te recibimos, o desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en cárcel y te visitamos? El Rey les responderá: En verdad os digo que cuanto hicisteis a uno de estos hermanos míos, los más pequeños, a Mí lo hicisteis. Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de Mí, los malditos, al fuego eterno, preparado para el diablo y sus ángeles. Pues tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; fui peregrino, y no me hospedasteis; estuve desnudo, y no me vestisteis; enfermo y en cárcel, y no me visitasteis. Entonces dirán ellos: Señor, ¿cuándo te vimos con hambre, o sediento, o desnudo, o enfermo, o en cárcel y no te asistimos? Entonces les contestará: En verdad os digo, cuanto no hicisteis a uno de estos los más pequeños, a mí dejasteis de hacerlo. E irán éstos a castigo eterno, y los justos a vida eterna.

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Mi opinión: 
Al loro, que el unigénito, llama hermanos a otros humanos; y para colmo, los más humildes, desfavorecidos: "pequeños": El humano en el que el Padre se complació, lo es de sus hermanos imperfectos igualmente. No es un padre en el sentido fisiológico, sino total. En que sentido se complació al crear al Unigénito; no es un super hombre en el sentido profano que nos han vendido aquí; pues la perfección absoluta está en la misericordia, que es la justicia del Padre. Y al nivel del Elegido, implica que el espíritu santo (perfecto) del Padre siempre está en él, porque el, en su libre albedrio consiente y desea que así sea. Ningún otro humano está a ese nivel; ni siquiera el Bautista.

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El Mesías suele hablarnos de cosas terrenales, sin embargo, en esta ocasión postrera (seguramente por serlo), nos resume a grandes rasgos el futuro, cuando esta vida caduca dé paso a otra, a partir del Dia del Juicio, del que solo el Padre sabe el momento (ni siquiera el Hijo lo sabe). En la mayoría de casos, casi todo cuanto nos dice y pide Jesús (el Padre) está al alcance de nuestra comprensión; ciñéndose a nuestro comportamiento en esta vida; pero esta es una de las pocas excepciones en que nos habla de lo que no solo nos es desconocido, sino que además, no tiene relación alguna con nuestro conocimiento y experiencia; y por tanto está solo sujeto a la imaginación, que, como no puede ser de otra manera, adapta las palabras al particular de cada cual. En estos casos nuestra ansia por cuadrar las cosas a nuestra medida o conveniencia, nos hace caer en la invención agnóstica, que es como decir, prácticamente, en la mentira. Sin embargo, no podemos evitar suponer. Nos engañamos, y a veces engañamos.
Tomando al píe de la letra las palabras del Maestro e intentando refrenar la imaginación, cabe aventurarse en este terreno desconocido y peligroso, siempre que no perdamos de vista que solo se trata de nuestras suposiciones, conjeturas; en base a palabras que bien podrían haber sido alteradas en su significado debido al paso del tiempo, de las sucesivas traducciones e incluso a cambios interesados; por lo que hay que acudir a la visión de conjunto, para dotarlas de cierto crédito. Así:
"Cuando venga el Hijo del hombre"… Jesús “vendrá a nosotros”: Donde quiera que estemos; no iremos a él; él vendrá hasta nosotros como rey; Señor de los elegidos por deseo del PADRE; que es SEÑOR DE TODAS LAS COSAS. Se sentará en su trono; pero no material, sino de gloria; o sea, el lugar que le corresponde. Llegará con todos los ángeles… se entiende que buenos, pues, también nos habla del Diablo y sus ángeles; seguramente se trata de los demonios. ¿Qué es un ángel? ¿Un ser distinto al humano? ¿Un humano, o que lo fue, y que ya alcanzó la gloria o cayó en el castigo? ¿Importa saberlo?
Si el Hijo del hombre ha de venir a nosotros, y nosotros no dejaremos de estar donde estamos, cabe pensar que la morada (de las muchas que tiene el Padre) dispuesta para los elegidos, está donde estamos; pero en lo escondido. Tierra y Universo tienen fecha de caducidad pero la Vida Eterna no; puestos a suponer, sabemos que, en la Transfiguración, los testigos vieron una Vida “paralela” en el mismo lugar donde pisaban: en aquel monte... ¿lo escondido es una vida paralela u otra dimensión/morada? Solo conjeturas mías o de otros; improductivas, y si se les da crédito, peligrosas; que en nada nos ayudan a mejorar; antes al contrario; la historia ha demostrado que pueden desviar de lo importante; adulterar y dividir; se suelen adherir unas a otras como castillos de naipes; dándose falsa credibilidad entre si por su férrea cohesión y volumen; hasta el punto de dar lugar a, casi siempre interesados, dogmas de fe, cismas y demás preceptos de hombres a poco que prosperan los intereses: Tras suponer, hay que poner las cosas en su sitio siempre, y volver a ceñirse a las palabras del Maestro en el Evangelio.
 
Ante Jesús se reunirán todas las naciones, lo cual nos resulta inimaginable dada la magnitud de esta cifra. E, igualmente, es inimaginable entender como podrán diferenciarse buenos y malos (porque, ¡ojo!, que no habla de términos medios: "quien no está conmigo está contra mí": benditos y malditos). Así, es inimaginable como resucitó Lázaro, se multiplicaron panes y peces o, como Jesús caminó sobre las aguas o calmó al instante la tempestad: “es mi Padre el que obra”. El apabullante hecho físico de tal división, resulta sin embargo insignificante ante la certeza de que no habrá equivocación posible: Y por la propia voluntad de cada uno, la gran mayoría serán malditos del Diablo; y algunos, benditos del Padre.

Otra conjetura “a olvidar”; la coincidencia entre la simbología del odre viejo y esta puesta en escena del Juicio Final: Abel y Jesús; Caín y el Diablo. “El (Diablo) fue homicida desde el principio, y no se mantuvo en la verdad, porque no hay verdad en él”... “desde el principio”. Aquí igualmente, a poco que queramos, da para echar a volar la imaginación. Prefiero ni entrar en ello. Es una constante en el género humano la envidia y el crimen entre hermanos. Tenemos a Jesús, sus ángeles y su rebaño de ovejas en la Vida; y al Diablo, sus demonios y su rebaño de cabritos castigados eternamente; lo dice tal cual. Si tal es así, si Jesús es el Mesías y sus palabras la Verdad; evidentemente, el Padre Creador; “el Poder”; no es el histórico gnóstico dual, el gnóstico ying-yang; etc.; ya que premia a unos y castiga a los otros. Dios; no toma partido, tan solo muestra su verdadera naturaleza: "uno es el bueno". Y entonces ¿por qué el mal? Porque no es posible el libre albedrío, regalado al género humano, sin la existencia del mal. O, no es posible el mal sin la existencia del libre albedrío. El Padre podría tener a todos sus hijos obedientes, así concebidos como autómatas, programados para ser buenos. O, dispuestos a seguir un instinto, una pauta; un programa; sin posibilidad de elección. Sin embargo, EL quiere que cada hijo (el que es digno de llamarse así; el que ha de perdurar en su memoria) sea merecedor de su destino; que cada uno sea el propio programador de sí mismo; dueño, responsable de sí, de sus actos, de su elección Vital. La evolución en este mundo (cuyo príncipe/encargado es Lucifer), permitió al humano llegar a serlo… hasta alcanzar la posibilidad de elegir ante el Padre; para poder negar a este mundo (las otras criaturas no pueden), a esta vida (tan apegada inevitablemente, genéticamente al sacrificio, al instinto, a la selección racista... incluso entre la mayoría de hermanos humanos); para trascender en EL.
 
El cabrito, suele ser más asilvestrado que la oveja; más independiente y rebelde; más avieso. O lo que es lo mismo, la oveja suele ser más mansa y obediente. Entonces, pensó el financiado protestante, masón, progre de turno, etc. : pues, yo prefiero ser cabra y poder elegir (lo que me convenga o interese), aunque me equivoque; buscar siempre "mi verdad"... relativa; o quedarme con la "verdad" impuesta por arrastre social. El bien y el mal son (falsamente) relativos según convenga al rebaño de cabritos; y como dijo Marx, a las clases dominantes; desde la sombra, con máscara de democracias, o finalmente con la eficiente dictadura (esta ya, escandalosamente, descaradamente falsa); controlando los medios; engañando a las masas con ingeniería social. Aunque la Verdad nos haya sido ya revelada, el rebelde quiere ser cabra entes que oveja, para no tener que obedecer a un pastor que ni ve, ni oye: y más vale pájaro en mano... piensa; más vale servirse a uno mismo, servirse de los demás (no solo lo piensan sino que lo sienten; lo sentimos como reacción refleja); y generalmente de los más vulnerables, cual alimañas. Pero... ¿de qué pastor estamos hablando? ¡Si es Dios!, es la Verdad; si te lo dan hecho, ¿qué has de buscar más?: no, no son tontos; son ateos. Se dijo claramente que venimos a servir (no a servirnos), y además, al más  "pequeño"/débil. Cuando hablamos de humanos, cabe rebelarse ideológicamente contra un semejante, si creemos que no está en la verdad; pero ¿no es estúpido rebelarse contra la Verdad... a sabiendas? Así, ser malo, requiere ser estúpido; si realmente se cree en el Evangelio, y se tiene la certeza de la fe. Como estúpidos no solemos ser, no cabe otra más que la falta de fe, de convicción; dando lugar a creencias “adecuadas”, personalizadas; adulteradas; a preceptos de "hombres", de humanos. Siempre es lo mismo: el pseudo mosaico, anglosionista, protestante, etc. (y tantos, y tantos, y tantos católicos) fiel reflejo del rebelde, del soberbio Lucifer; amigos de la mentira (se engañan a sí mismo en primer lugar; como el propio Lucifer) y del sacrificio (conveniente, inevitable); los enemigos de la misericordia, de la bondad de los justos (en/para el Padre, en la Verdad; la justicia y la bondad son lo mismo).

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Desde el principio del mundo (este, se entiende), está preparada la Vida eterna para los justos en la diestra, y el castigo eterno “para los (cabritos situados a la) de la izquierda (siniestra)” (¿curioso, no?); que, apartándose de Jesús (del Padre), sellan su propio destino. La receta para evitarlo es tan sencilla como infrecuente; la Verdad no es complicada, y la repitió Jesús continuamente: la misericordia es, hasta (si queréis a los vuestros ¿que mérito tenéis?) y, sobre todo, para quienes menos deseemos emplearla; sea por el motivo que sea. Dar bien por mal; sin excepciones... incluso "a los más pequeños" (¿a los más equivocados?). La misericordia, la justicia, el bien (a ver si te enteras Bergoglio), no se impone de ninguna manera; y menos, desde la sombra (masónica), ni desde la fuerza del capital que os financia, como a todos los medios "pastoreadores" de masas aborregadas.
 
A la siniestra, los malditos cabritos; los ciegos de la escoria revolucionaria; pastoreados por los siervos ciegos (ateos) de las antítesis masonas y sus amos, los labradores arrendatarios asesinos, igualmente ciegos del Novus Ordo Global Disraeli Rothschild; los labradores arrendatarios asesinos de turno. Las caretas pseudo revolucionarias de izquierdas y pseudo liberales de derechas; los que merecen ser engañados según el engañado Pike: la pirámide de la mentira. En la sombra, los amos patológicamente racistas; la Elite Talmúdico Usurera Anglo Sionista; la “élite de turno pseudo mosaica”; y todo para destruir el odiado cristianismo; que diría el masón y élite Disraeli. El gobierno esclavista ateo mundial (mencionado por Daniel y el Mesías) que va poniendo fin al Tiempo de las Naciones. El cenit de maldad de los labradores asesinos; motivo de la Gran Tribulación final.
 

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